jueves, marzo 29, 2007

Ambientador con aroma a bacon.. Uhmmm!

Uno de los grandes temas a la hora de diseñar una cocina con cabeza, es el extractor de humos. En su día me costo decidirme entre todas las campanas que existen en el mercado y acabé por aprender tanto sobre el tema que en alguna tienda de electrodomésticos me ofrecieron trabajo (rigurosamente cierto). El caso es hay muchos parámetros a tener en cuenta a la hora de hacer una buena elección. Los dos más importantes son, la potencia en kilovatios (kw) a la hora de medir la capacidad de extracción y el nivel de ruido del motor de evacuación, que se mide en decibelios (db). Estos dos factores han de esta convenientemente equilibrados, mucha potencia y poco ruido. Después estaría el factor estético. Hay campanas con diseños increíbles, que hacen que nuestra cocina parezca el Gugengein, pero que no son eficaces a la hora de llevarse los olores o que montan tal escandalera, que cocinar supone acabar con un soberano dolor de cabeza. Y desde luego el otro gran tema es, el presupuesto, que junto con la eficacia, el ruido y el diseño, nos da la ecuación para encontrar la campana perfecta.

En su día creí poner la mejor campana que mi bolsillo podía permitirme y he estado muy contenta con ella, hasta que de un tiempo a esta parte, me esta dando la sensación de que cada vez es más ruidosa. Creo que se trata del mismo síndrome del arranque de Windows de un ordenador. Cuando te compras un PC nuevo te parece que inicia en poquísimo tiempo, pero a la semana te parece que tarda una eternidad (al margen de los programas que necesite cargar al comienzo). La distribución estilo loft de mi casa, me obligó a buscar un extractor de mucha potencia para que la casa no se llenase de olores, pero a la vez se tenía que poder escuchar música, la tele o conversaciones sin tener que subir excesivamente el volumen. Después de un pequeño incendio, que algún día contaré, vino el servicio técnico y aproveche para preguntarle por el aumento de ruido. Me vino a decir que era psicológico, pero yo estoy convencidísima de que el volumen ha subido.

Por cierto un buen truco para que la campana sea mucho más eficaz, es ponerla en funcionamiento 10 minutos o un cuatro de hora antes. Creará un corriente de aire y los olores se irán con más facilidad. Si lo que has cocinado tiene un olor muy poderoso, deja la campana funcionando todo el tiempo que sea posible, se acaba por llevar todos los olores. Aunque lo más eficaz, si se puede, es abrir ventanas y dejar que aire limpio inunde la casa.

Lo que me resulta increíble es que exista un ambientador con olor a bacon. Aunque lo realmente asombroso no es que exista, sino que haya quien lo compre. Con lo que cuesta quitar los olores de casa y ¿hay quien se pone de forma deliberada un ambientador con olor a comida? Por algún sitio he leído, que existe también un ambientador con olor a pastel de chocolate, pero creo que no se puede ni comparar. Yo no tendría ningún problema si mi casa oliese permanentemente a pasteles, pero ¿y a pescado? No, gracias.

Por lo visto el bacon levanta pasiones, porque el surtido de productos inspirados en este saludable bocado es de lo más diverso.


Chicles (sabor fresa)


Cartera





9 comentarios:

Doña Col dijo...

Lo que más odio es que frían pescado en casa, no se que pasa pero aunque la cocina no huela ni nada, mi cuarto está inmerso en una densa neblina al más puro estilo London y oliendo a fritanga de pescado... gggg... se me ponen los pelos como escarpias... Tendré que llamar a Iker Jimenez para que lo investigue...

Adictos a la Lujuria dijo...

Te entiendo cuando hablas de las campanas extractoras yo también me vonverti en un experto tras algunas campanas de una marca que empieza por t y acaba en a y asi que aprendi sobre potencia, decibelios y diametros de tubo de salida de humos y al final acabe con un a que empieza por p y acaba por a.

Un saludo y el olor a bacon solo en el plato ( recuerdo las cervezas con aroma y sabor a bacon en el norte de alemania, acabo por saturarme)

Anónimo dijo...

Y lo venden en forma de band aid que es lo mas descarado!. Que gente!.

Si Garbancita, es camara nueva, cuando quieras te la presto :)

manuel allue dijo...

Garbancita, me has deslumbrado con tu repertorio de artilugios a mayor honor y mayor gloria del bacon.

Un abrazo (deslumbrado).

Anónimo dijo...

Entiendo que según el técnico ¿debes llevar la campana al psicólogo :D?
Me pasó algo similar cuando compré la mía, mucha potencia, mu bonita pero ruido para rato, el mismo modelo silencioso valía un pastón y en la tienda sonaban parecido...

Anónimo dijo...

nada de campanas. entrar en casa ajena y y rastrear olores de comida es muy indicativo del tipo de gente que vive dentro.

nos estamos volviendo muy asepticos con todo y me parece horroroso, el mundo acabara por parecer una gran marca blanca de supermercado.

incluso olores fuertes como el del patorillo, la coliflor con hueso de garrón o el mosto espesando hasta hacerse arrope... son musica celestial para la nariz y me hacen salibar como 100 perros de pavlov.

en las cocinas de mi pueblo no habia campanas estractoras hasta hace 2 dias y cuantos olores que ya no sentiré de nuevo, cuantos sabores que me no me van a pasar ya de la memoria al paladar!!!!

comer es el placer numero 1 y sin nariz no se come señorias!

Lurka dijo...

Yo es que soy enemiga de los ambientadores. De cualquier tipo. Florales, mentolados...los que sean. Me resultan cansinos, los olores se superponen uno encima del otro y la casa no termina de oler a nada en concreto con lo cual no me puedo imaginar tener en casa un ambientador con olor a bacon i me resulta bastante sorprendente el que haya quien lo compre...Donde haya una buena corriente de aire fresco!!
Por cierto, cuando me quiera cambiar la campana ya se a quien dirigirme, que sabiduría!!;-D

garbancita dijo...

Defunkid estoy contigo en eso de que nos la cogemos con papel de fumar, pero ir a domir y que tu cama huela a chicharro es algo que podría acabar con la líbido de cualquiera.

Lukar, bella! Cuanto tiempo, me alegro mucho de verte! Te debo una visita ;)

Anónimo dijo...

¿por que el olor a comida ha de acabar con la libido? ¿no será que nos equivocamos de partenaire o que nos la seguimos cogiendo con papel?

hombre, no te digo yo de sustituir el cigarrito-post (por cierto, besar a un fumador/a si que tira para atrás, es como morrear ceniceros y ahí está el asunto) por una cazuela de callos ni montar la del 'cartero llama dos veces' cada vez que haces un refrito pero chica si la comida y el sexo son dos placeres mejor juntos que no asepticamente separados

http://www.lamundial.net/237/basado-en-hechos-reales-v-el-marmitako