viernes, abril 13, 2007

Érase un vaso a una nariz pegado

Rápido, indoloro y altamente eficaz es el cambio estético que proporcionan estos vasos. Nada de Cambio Radical, ni de pasar por Horroración Desmostética. Lo que necesitas, si tu nariz es como un perchero y te hace querer morir, es un psicólogo y mucho sentido del humor.

Obra de Pepe Valera Rosillo

"Apuntes para un Manual de Psicología" de Enrique Jardiel Poncela:
- Las narices largas significan abundancia de narices.
- Con dos agujeritos, denotan vulgaridad.
- Con dos agujeritos y lentes, miopía o vista cansada.
- Cuando son cortas y chatas, señal de carácter tímido, y de afición a los ejercicios físicos: carreras a pie, gimnasia sueca y periodismo.
- Unas narices rotas indican cultivo del boxeo.
- Las narices arrugadas, lo mismo pueden significar vejez que manía de olfatearlo todo.
- Las narices respingonas denotan picardía.
- Si son pequeñitas las narices, quiere decirse que los padres de uno eran muy ahorrativos.
- Con pelitos en la punta, que el interesado se afeita solo y en casa.

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo sé de primera mano otro tópico sobre las narices largas...

Enrique Gallud Jardiel dijo...

Muchas gracias por la inclusión del texto de mi abuelo. Un saludo.

garbancita dijo...

¡Hala! Muchas gracias Enrique por tu ilustre visita, me dejas sorprendida. El trabajo de tu abuelo me fascina. Desde que cayó en mis manos “Pero ¿hubo alguna vez once mil vírgenes?” no he dejado de atraparme con su creatividad e imaginación. De hecho, ayer después de escribir esta entrada, me puse a buscar los libros que tengo por casa de Jardiel Poncela para releerlos.

Capitoni se por donde vas y lo suscribo totalmente ;)

Saludos :D