jueves, enero 17, 2008

Cinco jeringuillas Michelin

¡Vaya!, ha pasado ya más de un mes desde que publiqué el último artículo...a mí me da la sensación de que hubiesen pasado seis… Y es que este último mes ha sido un tanto complicado. La hernia discal de mi madre robó todo el protagonismo a Olentzeros, Reyes Magos y Santa Clauses, por lo que las navidades fueron oficialmente canceladas en mi casa, casi nada más empezar.

A nadie se le pasa por la imaginación, cuando planifica los menús de Navidades, que acabará haciendo las comidas más importantes del año en la cafetería de un hospital. Pero claro, si eso es triste, mucho más lo es para el paciente. La comida le llega de manos del personal, en unas antiestéticas bandejas plásticas, que las depositan velozmente, como huyendo, antes de tener que oír la frase más repetida en un hospital “¡Otra vez puré de verduras!?”.

Como por casualidad, leo estos días en el blog de mis amigos Maika y Xavi, “
Taberna del fotógrafo”, un artículo de opinión del crítico gastronómico Cristino Álvarez (de donde he sacado el título de este post), sobre la comida de hospital desde la óptica de un gastrónomo: Tribulaciones hospitalarias de un "Gourmet"

Los menús de hospital son aburridos, sosos (de sal) y monótonos, pero es lo que toca. Pero, ¿cómo es un menú en días especiales, como en Navidades? Hay que reconocer que le ponen cierta gracia, y por unos momentos la salud deja de ser más importante que el placer; las cremas de verdura, se transforman en cremas de marisco, las carnes y pescados dan un salto evolutivo, llegando a ser cordero, solomillo, rodaballo o rape, y los postres se componen de un surtido de turrones y una bolsita con doce uvas el día de Nochevieja. De esta forma intentan hacer más llevadero al enfermo, el delirante momento de vivir las campanadas de fin de año entre sueros, lamentos, toses y pedos.
Listado de menús navideños de todos los hospitales de Navarra.
Doy por seguro que esa noche había cotillones clandestinos en varios puntos del hospital, pero ni fui invitada, ni fui capaz de encontrarlos. Así que mi Nochevieja, tal y como hacen en Valoria la Buena, se celebrará en agosto o cuando se tercie.

Por lo que, aunque no pude hacerlo en su momento, aprovecho para felicitaros este nuevo año, desearos a vosotros y a los vuestros salud, mucha salud y que solamente padezcáis del catering hospitalario si es que vais a dar a luz. Por cierto, mi amatxo ya está mucho mejor y desde hace unos días la tenemos en casa. Aunque todavía queda un pequeño ingreso para que la terminen de apuntalar, por lo que tendré que volverle a ver arrugando la nariz, mientras comenta que “la comida de hospital es un asco”.

4 comentarios:

Doña Col dijo...

Ya me contó Sergio tus aventuras y desventuras...
Espero que tu madre esté lista ya pa' echarse unas jotas...
En cuanto a las comidas de hospital, a ellas les debo mi disgusto a las sopas, cremas, pures y demás platos triturados...
puag...

Carmen y Xavier dijo...

Feliz año, igualmente. Animos a tu amatxo. Me alegro que nos eches un ojo de vez en cuando. Testimonio: Temo los menús hospitalarios festivos. A mí, casi me matan. Acostumbrada a las indefiniciones alimentarias de rigor en medios sanitarios, el día del ingreso me preguntan ¿algo que declarar?. Pues sí, tengo alergia a los mariscos. La cosa causó cierta risilla. ¡Qué se habrá pensado esta gourmet que le vamos a poner aquí!. Bueno, pues esa noche cayó tortilla de gambas. Diminutas, eso sí. Pero dada mi prudencia con lo que no se ve, antes de incarle el diente pregunté. Uf, qué librada. La cosa no queda ahí. El día siguiente, El Pilar, paella de marisco. Pues nada, que les dió por tirar la casa por la ventana y también las inyecciones de Urbasón.
Besos desde la Taberna del Fotógrafo.

Anónimo dijo...

Bienvenida tu madre a casa y tú al blog. Espero que se recupere pronto y bien, también de la comida del hospital.

garbancita dijo...

Os agradezco profundamente el interés por la evolución de mi madre. La mujer alucina cuando le cuento que hay quien le manda ánimos a través del blog.

Maika hija, eres única en tu especie. ¿Cómo se te ocurre ir a comer marisco a un hospital? Y encima el Día del Pilar… A ver si quedamos un día de estos, comemos cosas buenas y nos contamos cosas ;)

Por cierto, si os da el capricho de ingresar en un hospital, hacedlo en el de Jerez. Atentos al menú del Día de Andalucía: Ensalada de alboronía con langostino maridado en flor de velo, membrillo; carrillera de ternera al oloroso, guiso de setas con puré de calabazas; salmorejo, migas crujientes de fino y chicharrones de almadraba; compota de frutas, crema de yogurt y helado de Pedro Ximénez.

Saludos ;)