No es la primera vez que me pasa. Tengo una cena importante en casa y no se ocurre absolutamente nada que cocinar. Cuanto más quiero impresionar a mis invitados, mayor es el bloqueo. Quizás sea la presión de saber que esperan platos exquisitos e innovadores, pero hay un momento maldito, que incluso, llego a pensar que no sé cocinar.
En uno de esos patatales me vi metida el otro día. Falta total de creatividad, un día intenso con la agenda a tope y con el agravante de que tenía un ingrediente que lo determinaba todo; unas sabrosas vieiras de la Bretaña francesa. A las nueve de la noche todavía no sabía que iba a poner para cenar y de repente… ¡Ahí estaba la inspiración!
Es totalmente temerario cocinar algo que se te acaba de ocurrir, sobre todo teniendo invitados. Pero hay veces que la intuición te susurra al oído: “Si, si, esa combinación de sabores va a ser un éxito”. Así que me puse manos a la obra y prepare un risotto aromatizado con lima y salteado con tomates secos italianos en aceite. Las vieiras se posaron como mariposas sobre el arroz y pensé que no podía haber mejor mezcla de ingredientes. A mi invitado le encantó, incluso repitió. Y yo he conseguido una receta que repetiré muchas veces.
Ingredientes:
[para dos personas]
200 gr. de arroz arborio o carnaloni
50 gr. de tomates secos en aceite
1 lima (zumo y ralladura)
3 chalotas
8 vieiras, sin coral
Caldo de verduras
1 copa de vino blanco
Aceite de oliva virgen extra
Queso parmesano rallado
Elaboración:
Picar las chalotas muy finas y sofreírlas en una cazuela ancha y baja con un chorro de aceite de oliva. Cuando estén transparentes, añadir los tomates secos troceados y la ralladura de lima. Saltear unos minutos y añadir el arroz, dejando que se fría ligeramente, pero sin que llegue tueste.
Añadir una copa de vino blanco Viña Costeira - Treixadura do ribeiro, que habremos abierto anteriormente para brindar con nuestro invitado. Dejar que evapore los alcoholes e ir añadiendo poco a poco el caldo de verduras caliente, mientras removemos constantemente. Iremos añadiendo caldo de forma que el arroz siempre esté cubierto, sin parar de remover.
En uno de esos patatales me vi metida el otro día. Falta total de creatividad, un día intenso con la agenda a tope y con el agravante de que tenía un ingrediente que lo determinaba todo; unas sabrosas vieiras de la Bretaña francesa. A las nueve de la noche todavía no sabía que iba a poner para cenar y de repente… ¡Ahí estaba la inspiración!
Es totalmente temerario cocinar algo que se te acaba de ocurrir, sobre todo teniendo invitados. Pero hay veces que la intuición te susurra al oído: “Si, si, esa combinación de sabores va a ser un éxito”. Así que me puse manos a la obra y prepare un risotto aromatizado con lima y salteado con tomates secos italianos en aceite. Las vieiras se posaron como mariposas sobre el arroz y pensé que no podía haber mejor mezcla de ingredientes. A mi invitado le encantó, incluso repitió. Y yo he conseguido una receta que repetiré muchas veces.
Ingredientes:
[para dos personas]
200 gr. de arroz arborio o carnaloni
50 gr. de tomates secos en aceite
1 lima (zumo y ralladura)
3 chalotas
8 vieiras, sin coral
Caldo de verduras
1 copa de vino blanco
Aceite de oliva virgen extra
Queso parmesano rallado
Elaboración:
Picar las chalotas muy finas y sofreírlas en una cazuela ancha y baja con un chorro de aceite de oliva. Cuando estén transparentes, añadir los tomates secos troceados y la ralladura de lima. Saltear unos minutos y añadir el arroz, dejando que se fría ligeramente, pero sin que llegue tueste.
Añadir una copa de vino blanco Viña Costeira - Treixadura do ribeiro, que habremos abierto anteriormente para brindar con nuestro invitado. Dejar que evapore los alcoholes e ir añadiendo poco a poco el caldo de verduras caliente, mientras removemos constantemente. Iremos añadiendo caldo de forma que el arroz siempre esté cubierto, sin parar de remover.
A mitad de la cocción añadimos el zumo de media lima. Cuando veamos que el arroz está casi en su punto, añadimos el último cazo de caldo, el zumo de la otra mitad de lima y el parmesano rallado al gusto (a mí particularmente me gusta con mucho). Removemos bien todo el conjunto, apagamos el fuego y dejamos reposar durante 5 minutos.
Aprovechamos ese tiempo para pasar por la plancha las vieiras, poniendo unas gotas de aceite en una sartén bien caliente. Las marcamos por ambos lados, para que queden crujientes por fuera y ligeramente crudas por dentro. Ya que toco el tema del anfitrionaje, es conveniente preguntar a nuestros invitados en que punto de cocción les gustan las vieiras. Upss! al mío le gustaban más hechas…
Remover por última vez el risotto antes de servirlo, acompañado de las vieiras, a las que pondremos una pizca de sal maldon encima. Junto con el ribeiro y en compañía de Capitoni, esta deliciosa mezcla de sabores redondeo una perfecta noche romántica.
Aprovechamos ese tiempo para pasar por la plancha las vieiras, poniendo unas gotas de aceite en una sartén bien caliente. Las marcamos por ambos lados, para que queden crujientes por fuera y ligeramente crudas por dentro. Ya que toco el tema del anfitrionaje, es conveniente preguntar a nuestros invitados en que punto de cocción les gustan las vieiras. Upss! al mío le gustaban más hechas…
Remover por última vez el risotto antes de servirlo, acompañado de las vieiras, a las que pondremos una pizca de sal maldon encima. Junto con el ribeiro y en compañía de Capitoni, esta deliciosa mezcla de sabores redondeo una perfecta noche romántica.
tiene una pinta estupenda... me encantan las vieiras y la combinación me parece de tan simple, genial...
ResponderEliminarme hace una mezcla de gracia/ilusion el pensar que a una experta como a ti le pase lo mismo que a un servidor...tal cual lo detallas en el primer parrafo...(y tambien hace casi nada de tiempo...)
ResponderEliminarcorreo enviado al congreso...a ver si responden...
nos mantendremos informados
;P
Creo que si no lo has conquistado con ésta receta, lo vas a tener dificil....una delicia !!
ResponderEliminarY después de 8 parrafazos, nuestra querida garbancita nos aclara que el arroz era parte de "noche romántica". Claro, claro, ahora me explico yo el lapsus memoriae, jeje. La receta parece estupenda. Estoy pensando en la lima con las vieiras y creo que en cuanto abra las cajas de la mudanza me pongo a practicar este risotto. Felicidades por la receta, Garban.
ResponderEliminarHola Garbancita, me encantaría preparar este plato, pero no tengo ni idea de donde comprar en Pamplona unas buenas vieiras, ¿podrias recomendarme algun sitio?.. llevo poco tiempo viviendo aqui y tengo que hacerme con los buenos sitios, jeje ;)
ResponderEliminarUn abrazo y gracias!!!
Bego
bepoº a mi también me hace especial ilusión que otros sufran ese tipo de hemorroide culinaria que es la falta de creatividad cuando más lo necesitas. Ya sabes, mal de muchos...
ResponderEliminarDoña Col bribona, a ver si nos cuentas tus recetas románticas ;)
Pilar, tu que ya has podido conocer al invitado en cuestión, te diré que es de los que obligan a superarse cada día. Seguro que a tí te pasa parecido. Cuanto más les das, más quieren.
Vega puñetera... xD
No sabes la presión que supone cocinar para tu pareja, cuando sólo viene a mi casa una vez al año (el pobre es alérgico a los gatos).
Querido anónimo: Estas vieiras las compré en un supermercado de Urrugne (un E.Leclerc en Francia, muy cerquita de Hendaia). Pero las puedes encontrar a través de un mayorista increible de Pamplona que se llama Disal. Tienen las mejores carnes, especialmente el chuletones, además de foie, vieiras, e infinidad de productos selectos. Consulta esta página Disal y ponte en contacto con ellos. Y sino, pues te vas un finde de excursión a Hendaia y las compras allí. Hay miles de productos más que hacen que el viaje merezca la pena.
Besos a todos!