Mermelada de chocolate y pera

Me suele pasar mucho con la fruta; la compró con mucha decisión, pensando que la voy a disfrutar comiéndola entre horas, tal y como recomiendan las buenas prácticas nutricionales, y luego me olvido de ella con una facilidad casi senil. Para cuando me quiero dar cuenta tengo un montón de fruta demasiado madura y tengo que pensar en alguna receta de urgencia, para no tener que tirarla.

Inspirándome en la mermelada de chocolate y pera de Chocolate Factory, elaborada con pera confitada, ingenié la forma de librarme de tres peras que estaban en la nevera, a punto de aprender a hablar. Busqué antecedentes sobre una mermelada similar, y encontré una receta fantástica sin azúcar de Raquel Rico, editora de Cucharada de palo. He añadido algunos cambios y he adaptado los pasos de thermomix, a cocina tradicional. El resultado me ha encantado: un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez, con el seductor toque de la canela. Para los muy golosos aquí tenéis la receta de la mermelada de Raquel con azúcar.

Ingredientes
650 gr. de peras
60 gr. de chocolate negro de cobertura Valor
Zumo de ½ limón
1 rama de canela
1 ctda. de pectina
2 ctdas. de edulcorante líquido

Elaboración

Pelar las peras y trocearlas, retirándoles el corazón. En una cazuela ponerlas a cocer, con el zumo de medio limón y una rama de canela, durante 20 minutos a fuego lento, hasta que la pera esté bien tierna. Retirar del fuego y quitar la rama de canela. Añadimos la pectina y trituramos todo con la ayuda de la batidora.

Volvemos a poner al fuego, añadiendo el chocolate troceado, sin dejar de remover mientras este se disuelve. Cocinar a fuego muy lento, sin dejar de mover, durante 15 minutos. Una vez transcurrido ese tiempo, apagamos el fuego y añadimos dos cucharaditas de edulcorante líquido, mezclando bien.

Mientras todavía esté muy caliente, llenaremos los botes de conserva con la mermelada, hasta rebosar. Ponemos la tapa, cerrándola bien, y colocamos los botes bocabajo, hasta que estén bien fríos. De esa forma haremos el efecto vacío, que permitirá guardar la mermelada en conserva durante aproximadamente dos meses (este dato no lo puedo segurar al 100%).