Esa copa y poco que ha quedado en la botella y que ayer no bebiste, porque no fue un gran lunes, y que hoy tampoco vas a tomar, porque se te va a olvidar, y menos el miércoles que te va a doler la cabeza... Total, ¿qué haces con ese vino? ¡Pues, se lo añades al agua de cocción de la pasta y listo!
Cuanto más cuerpo y taninos tenga el vino, más púrpura quedará la pasta, pero con una copa por litro de agua ya se consigue el efecto. Al cocinarse la pasta se notan los aromas del vino, pero una vez que la condimentas la fragancia queda muy en segundo plano. La receta sólo lleva ajo frito y jamón serrano salteados en aceite de oliva, y lascas de un queso de leche de oveja cruda bastante curado.
4 comentarios:
No conocia el blog ... lo he descubierto al pedir la credencial de bloguer en Alimenaria 2016. La primera idea que veo, la pasta al vino tinto me parece genial! no me hubiera atrevido a hacerlo, pero te aseguro que de la próxima botella retiro una copita de entrada... Espero conocerte en alimentaria 2016!!
Estoy gateando en el mundo blog y se que eres la mejor para aprender.
Un idea la mar de original, seguro que la pondré en práctica.
También quería decirte que escuché enterita la entrevista que te hizo ayer Elisenda Roca de Rac1, ¡ me encantó! eres tal cual te imaginaba. Te felicito por tu trabajo y por todo lo que transmites.
Un achuchón.
Qué original, me encanta cocinar con vino y probaré esta receta.
Publicar un comentario