viernes, diciembre 22, 2006

Grasas trans

Durante las últimas semanas la prensa se ha hecho eco de una serie de noticias que giran en torno a la alimentación, como ha sido la retirada de algunas campañas publicitarias de productos altamente calóricos y el anuncio por parte del gobierno de un Plan Nacional de Control de la anisakiasis. Ambas noticias han provocado miles de artículos, comentarios y debates. A golpe de noticia sensacionalista y alarmista, nos están adiestrando para que conozcamos cuales son nuestros enemigos, bueno quizás alguno le llaméis también información. Nos gusta pensar que velan por nosotros, que alguien nos protege de lo malo, que nos han informado de lo que debemos saber, como que Burger King y sus hombres tontos, son Satanás en persona. Pero ¿conocemos el nombre y el aspecto de todos los dragones con los que peleamos a diario?

Hace unos días el amigo Rafa de
Daddy’s kitchen, se puso en contacto conmigo ofreciéndome una cita con un demonio que yo no conocía en persona; las grasas Trans. A través del texto que a continuación podéis leer, he conocido íntimamente al verdadero anticristo de la alimentación y he sido consciente hasta que punto mi relación con el maligno se ha impuesto en mi alimentación. Es casi omnipresente y no somos capaces de percibir su presencia, lo que nos hace vulnerables a una maldad que no podemos calibrar.

Gracias
Rafa por la confianza y por querer utilizar este blog como soporte para publicar tan estupendo artículo.

Lo cierto es que todo empezó con la lectura de un pequeño artículo en una revista americana cuyo nombre no recuerdo, y fruto de ello me pico la curiosidad por ir viendo el tema en detalle. Trataré de comenzar con un ejemplo:

Por muchos es sabida la existencia del “
Sorbitol” como sustituto de azúcares. Este producto existe en numerosos chicles sin azúcar, caramelitos “Smint” o similares o incluso en algún esporádico alimento. También muchos saben que el Sorbitol en grandes cantidades tiene efectos diarreicos. Ahora bien, para que estos tengan efecto sería preciso tomarse algo así como 5 paquetes de chicles y 10 cajas de Smints en un mismo día, cosa que es poco probable.

A pesar de esto, en muchos productos que contienen Sorbitol aparece una descripción del tipo: “El uso excesivo puede producir
efectos laxantes”.

Pues bien, imaginemos ahora que en vez de Sorbitol existe un ingrediente que no produce diarrea sino que produce daños relevantes en el organismo. Imaginemos además que dicho ingrediente se encuentra en infinidad de productos y que es muy sencillo llegar a 2 gramos de consumo al día. Por último imaginemos que ese producto en un consumo de 2 gramos diario aumenta la probabilidad de infarto en un 25% y augura para su consumidor problemas sanguíneos graves. Lo lógico sería que dicho producto también tuviese su leyenda del tipo: “El consumo excesivo puede provocar infarto”.

Pues señores, dejemos de imaginar, porque ese producto existe y está entre nosotros. Se llama
grasa Trans y una gran cantidad de personas desconocen de su existencia. Además, para nuestra desgracia no tiene una leyenda avisando.

Las grasas Trans (de Transformadas) son fruto del químico “Wilhelm Normann“ que descubrió una forma de solidificar grasas líquidas para facilitar su manejo. Fue el inventor de la
margarina y lo que se conoce como los aceites parcialmente hidrogenados. Rápidamente “Procter & Gamble” compraron la patente y extendieron su uso en la alimentación. El motivo: Usar aceites vegetales como el de oliva o el de girasol es muy caro y resulta mucho más barato usar grasas como la de coco, palma o colza. Estos aceites son muy líquidos pero el proceso de hidrogenación garantiza una densidad perfecta para muchos productos alimenticios.

¿Donde está el problema? Hoy en día el uso de estas grasas transformadas se ha extendido a una grandísima cantidad de alimentos y productos que se usan en la cocina. Cada día la gente tiene menos tiempo y recurre a comida preparada. Además, incluso a los que nos gusta cocinar utilizamos a veces productos como: Caldos concentrados, bases de pizza, etc., que, sin saberlo también llevan su buena ración de grasas Trans. A esto se suma la absoluta desinformación y al engaño embebido en una falsa creencia de que lo vegetal es más sano.
Así si leemos “
Hecho con aceite vegetal” no nos mienten, pero ¿qué piensa el 99% de la gente? .Piensa que el aceite vegetal es mejor que el animal. ¿No? PUES NO. Las normas de etiquetado protegen bajo el paraguas de "grasa vegetal" al aceite de palma, la segunda grasa más producida del mundo, y una de las más perjudiciales para la salud cardiovascular: su proporción de los nocivos ácidos grasos saturados alcanza nada menos que el 50%, cuatro veces más que otros aceites más caros y más sanos como el de oliva o el de girasol. Seguro que a ningún director de marketing le mantenían en su puestosi usara "grasas vegetales" para hablar del aceite de oliva o de girasol. Y si las grasas vegetales se apellidan "parcialmente hidrogenadas", nos hallaremos ante uno de los pocos artefactos alimentarios que reúnen la triple condición de legal, inútil y dañino.

Pero… ¿Por qué son malas? El
proceso de hidrogenación lo que hace es añadir átomos de hidrógeno sobre la molécula de grasa. El problema es que el cuerpo humano está preparado para digerir y asimilar las moléculas de grasa pero no así las manipuladas. Lo que se produce entonces podéis leerlo en este PDF.

Ahora pensemos en un alto porcentaje de la población y sus hábitos:
Desayuno:
Un bollo ó palmera ó bollitos industriales ó algunas
galletas (TODOS con su ración de Grasas Trans)
Almuerzo:
Un sándwich con su pan de molde y sus grasitas asociadas.Si para colmo de males el sándwich es de nocilla o de crema de cacahuete sumamos más puntos.
Comida:
Algo preparado ¿Una hamburguesa en el burger? ¿Con patatas? O mejor un menú del día con unos nuggets, o unas croquetas de sobre…o ummm, una sopita con base de caldo concentrado…
Merienda:
Supongamos que es ese “5%“ concienciado con la fruta y merendamos una pieza de fruta. Aunque el 95% estará con la palmera, el bollycao o similar…
Cena:
¿Algo similar a la comida? No, que tal una pizza hecha en casa. Ale, pues ir sumando la ración de grasas de la masa: Buittoni lo lleva por ejemplo….

Y de postre… ¡HELADO! Los de
Mercadona son geniales. Pero… vaya por dios, que llevan nuestro amigo el aceite hidrogenado…

En resumen:
¿Es o no es fácil comer esta mierda en potencia en más de 2 gramos al día?

Es curioso, pero en
Dinamarca el uso está prohibido, en EEUU está obligado informar del porcentaje de esta grasa y escribirlo explícitamente, en Londres andan detrás de cumplir la misma norma que EEUU y en España… de momento nada de nada.

La solución:
Pues… de momento y sintiéndolo mucho,
leer todas las etiquetas sabiendo que la posición que ocupa el ingrediente es proporcional a la cantidad usada. Lo suyo es evitar la comida preparada y tratar de evitar marcas que usan este ingrediente. Es imposible que nos libremos de ellas, (en un restaurante no sabes lo que ponen) pero al menos podremos reducir su consumo a menos de los 2 dichosos gramos al día. Además prácticamente existen los mismos productos con grasas trans que sin ellas. Así es posible encontrar pan de molde de las dos clases: con grasas trans y sin ellas.

La esperanza: Que salga a la luz este tema y los gobiernos y sanidad tomen medidas.

Por último, ahí va la lista de los productos con más grasas de este tipo:

-
Palomitas de microondas. Es uno de los productos que más grasa trans contiene.
- Bollería industrial y galletas. Gracias a estos lípidos, dichos alimentos son irresistibles al paladar, sobre todo el de los más pequeños.
- Pastelería. La repostería recurre a los trans para alargar la vida útil del producto y hacerlo más sabroso.
- Patatas fritas «de bolsa». Especialmente las que tienen sabor a algo (jamón, ajo, queso...) contienen niveles excesivos de esta grasa.
- Tentempiés. El resto de aperitivos, 'snacks' y chulerías también llevan demasiadas cantidad de estas grasas nocivas.
- Comida rápida. Los aceites con los que cocinan y los platos que ofrecen son un gran reducto de
ácidos grasos trans.
- Precocinados. La mayor parte de los alimentos preparados contienen un exceso de esta grasa para hacerlos más apetecibles

Artículo de Rafa de daddy's kitchen

Más información:
http://www.bantransfats.com (Inglés)

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Pedro.
No puedo mas que felicitarte por el articulo, esperemos que si se ocupen de temas importantes como estos y dejen en paz si uno toma un tartar o un carpaccio de pescado crudo.
Están amparando el hecho de crear futuros hipertensos, obesos, diabéticos, etc. en nuestra población infantil. Esto si es de vergüenza. Un saludo.

garbancita dijo...

En estas fechas procede echarle un ojo a los componentes de los turrones. De los que había en las respectivas casas donde me han invitado, TODOS tenian grasa vegetal hidrogenada (en muchos especificaba grasa de coco, como dándole un toque exótico). Incluso los turrones mas caros y los especiales para diabeticos la tienen.

Señora ministra, ¿usted que opina de esto?

Gracias Pedro ;)

Unknown dijo...

Es realmente triste saber que la mayoria de las opciones de comidad que hay hoy en día en el mercado sea tan dañino, a donde iremos a parar? cual será el límite???
NOsotros por lo menos tenemos un poco de conocimiento, pero me da terror las nuevas generaciones que poco tienen buenas referencias a lo que realmente es una alimentación sana, nataural y deliciosa!!!!

Anónimo dijo...

Por partes:

Las grasas trans no se llaman así por ser transformadas, sino porque en los ácidos grasos que las componen, los dobles enlaces han pasado de configuración cis- a configuración trans- (diferente tipo de isómero).

Efectivamente el consumo continuado (recalco continuado) y de cantidades elevadas de grasas ricas en ácidos grasos trans parece aumentar el riego de enfermedades cardiovasculares. Hay que recordar que este tipo de grasas aparecen de manera "natural" (odio el término pero no queda más remedio) en multitud de grasas que consumimos a diario, más concretamente en todas las que provienen de rumiantes (carne de ternera, de cordero, de cabrito, leche, queso, mantequilla....). Es un ejemplo más de que lo natural no es sinónimo de sano, ni muchísimo menos.

En fin, estoy de acuerdo en que deberían aparecer en la etiqueta, pero tampoco hay que dramatizar con el tema. El consumo elevado de ácidos grasos saturados es también nocivo, y el de un dieta hipercalórica, o hiperproteica. Los ahumados y los curados tienen intrinsecamente compuestso tóxicos. Los pescados acumulan metales pesados y dioxinas. los cereales tienen con frecuencia micotoxinas. Las tostadas, a poco que se nos tuesten de más, contienen hidrocarburos policíclicos aromáticos. Las verduras acumulan nitratos que tu no veas....

Hay que tener cuidado, pero no volverse loco.

Saludos desde la margarita craqueada.

laollasuiza dijo...

muchas gracias por el articulo!

españa es siempre un poco detras. por ejemplo aqui donde vivo yo (andalucia), no venden casi nada de verduras y carne biologico. :-(( porque? los consumidores no los piden?

Noir dijo...

Felicidades por el artículo! A ver si se conciencia que si no en una décadas comer va a ser en este país una relevante causa de mortandad (alucinante, sí señor). Yo sigo una dieta baja en grasas trans y animales por motivo de salud y voy evangelizando a todo el mundo con ese tema. Los restaurantes son muchas veces caso escandaloso: la inmensa mayoría de los platos están plagados de grasas trans, hasta me las he encontrado en una supuestamente saludable sopa de verduras. ¡Viva la comida casera y el aceite de oliva!

virgenyfurioso dijo...

es que aquí el enemigo es el tabaco. tú dejas de fumar y ya te puedes despreocupar, que vas a vivir cien años. eso he oído.

Anónimo dijo...

yo creo que no deberian de existir porque son malas...y tu no sabes que alimentos tienen o no grasas trans no vas a estar mirando todo 1 por 1.

novat.soy dijo...

La verdad yo me trato de cuidar mucho de las grasas y mucho más si son trans. Excelente artículo.

incinerador de grasa