En los últimos días los medios gastronómicos internacionales
han publicado las tendencias culinarias que vienen para el próximo 2017.
Pronósticos que veremos traducidos y publicados en las próximas semanas, a los
que se sumarán además las tendencias propias de nuestra identidad alimentaria.
Un contenido informativo muy atractivo que suele tener muy
buena acogida y mucha difusión, pero del que no termino de tener clara la
finalidad, ya que
pocas veces se cumplen las profecías hechas los años anteriores. No hay que
perder mucho tiempo para hacer una búsqueda de las tendencias 2016 y comprobar
que muchas han sido pequeñas burbujas y otras ni siquiera llegaron a ser
realidad.
Pero de ¿dónde vienen las tendencias gastronómicas?, ¿nacen
o se hacen?, ¿quién las crea? Existen diferentes fuentes de las que se nutre la
tendencia, una de ellas son las agencias de comunicación que trabajan para los
grandes lobbies alimentarios, colectivos de todo tipo o empresas. Estas
agencias generan notas de prensa que mandan a los medios de comunicación y
estos se encargan de publicarlo como noticia sin contrastar demasiado (o nada)
la información.
Hay que fijarse en el matiz de cómo una información
promocional pasa de pronto a convertirse en una noticia, algo que no ha pasado
desapercibido para algunos medios críticos ingleses que descubrían hace unos
días una noticia tendenciosa que promovía el consumo de tarta de chocolate en
desayuno. Avalado por estudios que garantizaban que el cacao aumentaba la
capacidad cognitiva y ayudaba a adelgazar, se demostró que la supuesta noticia
no era sino una información convenientemente manipulada procedente de la
agencia de comunicación de varias grandes empresas de repostería industrial.
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