El pasado 25 de junio, se celebró en Pamplona, la segunda convocatoria de La noche de los Jóvenes Navarros. Una actividad promovida por el Consejo Regulador de los Vinos Denominación de Origen de Navarra, para impulsar el consumo de vinos jóvenes navarros, entre la juventud navarra, en la que se pudo disfrutar de performances, música en directo, danza, pintxos y por supuesto del vino navarro.
Más de mil personas se dieron cita la calida noche del viernes, en el patio de la Sala de Armas de la Ciudadela, para disfrutar de una velada donde el vino fue el principal protagonista. El objetivo de este evento era incentivar el consumo de vino, como una alternativa a otras bebidas espirituosas mucho más populares a la hora de ir de marcha, como pueda ser la cerveza, licores o destilados. De hecho, además de vinos blancos, tintos y rosados, pudimos disfrutar de cuatro atrevidos cócteles a base de vino, confeccionados por el bartender Carlos Rodríguez de The Jumping Jester. Sorprendentes combinados de vino rosado con fresas y mandarina, o moras, piña y blanco Chardonnay, además de granizado de tempranillo con cola, y moscatel, fresas y piña. Unos cócteles verdaderamente bien combinados, que esperemos se pongan de moda y los podamos disfrutar más a menudo.
Como no podía ser de otra forma, los vinos iban acompañados de un surtido de pintxos, que corrieron de la mano del restaurador Enrique Martínez del restaurante Baluarte. Bolitas de queso de cabra con tempura de calamar, vasitos de crema de queso con parmesano y manzana, bocaditos de foie y maíces tostados con pan tostado de pasas, txapatas de pimientos, papada y queso, hamburguesas de ternera con queso, huevo de codorniz y pimiento, o bocadillos del famoso ragout de ternera de Baluarte.
La noche estuvo amenizada por performances relacionadas con el vino, a cargo de Star Performances, la actuación de Compagnie D12, que realizó un llamativo número con zancos y luces y también contamos con la actuación del grupo navarro THC. Al finalizar la noche se realizó un sorteo con interesantes premios: viajes en globo, viajes para seis personas a una capital europea, discos duros y cenas en Baluarte. Además al terminar la fiesta, cada uno de los asistentes recibía un rasca y gana, con el que se podían ganar botellas de vino, cursos de cata, enfriadores de vino y muchos premios más.
Más de mil personas se dieron cita la calida noche del viernes, en el patio de la Sala de Armas de la Ciudadela, para disfrutar de una velada donde el vino fue el principal protagonista. El objetivo de este evento era incentivar el consumo de vino, como una alternativa a otras bebidas espirituosas mucho más populares a la hora de ir de marcha, como pueda ser la cerveza, licores o destilados. De hecho, además de vinos blancos, tintos y rosados, pudimos disfrutar de cuatro atrevidos cócteles a base de vino, confeccionados por el bartender Carlos Rodríguez de The Jumping Jester. Sorprendentes combinados de vino rosado con fresas y mandarina, o moras, piña y blanco Chardonnay, además de granizado de tempranillo con cola, y moscatel, fresas y piña. Unos cócteles verdaderamente bien combinados, que esperemos se pongan de moda y los podamos disfrutar más a menudo.
Como no podía ser de otra forma, los vinos iban acompañados de un surtido de pintxos, que corrieron de la mano del restaurador Enrique Martínez del restaurante Baluarte. Bolitas de queso de cabra con tempura de calamar, vasitos de crema de queso con parmesano y manzana, bocaditos de foie y maíces tostados con pan tostado de pasas, txapatas de pimientos, papada y queso, hamburguesas de ternera con queso, huevo de codorniz y pimiento, o bocadillos del famoso ragout de ternera de Baluarte.
La noche estuvo amenizada por performances relacionadas con el vino, a cargo de Star Performances, la actuación de Compagnie D12, que realizó un llamativo número con zancos y luces y también contamos con la actuación del grupo navarro THC. Al finalizar la noche se realizó un sorteo con interesantes premios: viajes en globo, viajes para seis personas a una capital europea, discos duros y cenas en Baluarte. Además al terminar la fiesta, cada uno de los asistentes recibía un rasca y gana, con el que se podían ganar botellas de vino, cursos de cata, enfriadores de vino y muchos premios más.
Aunque la fiesta fue todo un éxito de convocatoria, hay que decir que la organización tuvo fallos importantes en la organización. Las cuatro carpas destinadas a servir los tres tipos de vinos, con sus correspondientes pintxos y la de los cócteles, estuvieron completamente desbordadas de público, debido a su reducido tamaño. En determinados momentos de la noche, era imposible acercarse a por algo de comer o beber. Tanto los vinos como los pintxos se acabaron, sin que muchos hubiésemos podido aproximarnos a la carpa correspondiente, para poder probarlos. En el aspecto técnico, el sonido era claramente deficiente, ya que situados a escasos 50 metros frente al escenario, no se oía prácticamente nada. Particularmente, el fallo más incuestionable, fueron las cuatro antihigiénicas letrinas portátiles que se instalaron para atender a los (muchísimos) más de mil asistentes a La Noche de los Jóvenes Navarros. Creo que una fiesta elegante y cool como esta, merece una infraestructura mucho más cuidada, que permita atender en buenas condiciones a los asistentes, o en su defecto, hacer la fiesta con un aforo más reducido. No obstante, felicito a CRDN por la organización de este evento, y espero que tome nota de estas sugerencias, para próximas convocatorias.
2 comentarios:
ammmmm... reconozco los pintxos, del restaurante Baluarte... ahora mismo no dejaría ni las migas...
A la vuelta de vacaciones vuelve el Bruch de Baluarte... que ganas de calzarme uno.
Por cierto, no habéis estado comiendo en el Restaurante de la primera planta... lujo asiático tía!
Besotes :*
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