Nos encontramos casi en el meridiano de una de las semanas más efervescentes de la gastronomía navarra, la ya consagrada Semana del Pincho. Un evento de marcado carácter social que moviliza una gran cantidad de público, que folleto en mano recorre los establecimientos participantes, haciendo sus propias valoraciones.
Seguramente muchos de ustedes ya han probado algunas de las propuestas e incluso tienen ya su ranking de posibles ganadores. Pero ¿qué es lo que ha de valorarse para definir lo que es un buen pincho? Los puristas opinan que un pincho es todo aquello que se puede comer en un par de bocados, sin necesidad de cubiertos y con comodidad en la barra de un bar. Muchos de ellos se circunscriben al pincho primitivo, la gilda: anchoa en salazón, aceituna y guindilla (entre otras combinaciones), embrochetado todo ello en un palillo. Se cuenta que su nombre es un homenaje a Rita Hayworth, que en aquella época triunfaba con la película Gilda, porque "era verde, salada y un poco picante". Una banderilla que cuenta con más de 60 años de historia y se considera el origen de la cultura del pincho.
Estoy de acuerdo con que hay que poner ciertos límites a lo que puede considerarse un pincho, pero también que hay que ser un poco rupturistas y aceptar otro tipo de formatos más actualizados. Seis décadas han dado de si para muchos cambios en la gastronomía y es inevitable ver parte de esa evolución reflejada en el pincho: técnicas de elaboración vanguardistas, combinaciones sofisticadas de sabores o una puesta en escena y estética de los platos muy trabajada. Y no sólo se aprecian cambios culinarios, también los locales se están modernizando, orientándose hacia la mesa en contraposición a la barra, e incluso haciendo del pincho el hilo conductor de un menú completo, cambiando el hábito de recorrer varios bares. Afortunadamente hay espacio para todo tipo de propuestas, disfrútenlas y si les apetece, planteesen este debate.
Artículo publicado en Diario de Noticias
Seguramente muchos de ustedes ya han probado algunas de las propuestas e incluso tienen ya su ranking de posibles ganadores. Pero ¿qué es lo que ha de valorarse para definir lo que es un buen pincho? Los puristas opinan que un pincho es todo aquello que se puede comer en un par de bocados, sin necesidad de cubiertos y con comodidad en la barra de un bar. Muchos de ellos se circunscriben al pincho primitivo, la gilda: anchoa en salazón, aceituna y guindilla (entre otras combinaciones), embrochetado todo ello en un palillo. Se cuenta que su nombre es un homenaje a Rita Hayworth, que en aquella época triunfaba con la película Gilda, porque "era verde, salada y un poco picante". Una banderilla que cuenta con más de 60 años de historia y se considera el origen de la cultura del pincho.
Estoy de acuerdo con que hay que poner ciertos límites a lo que puede considerarse un pincho, pero también que hay que ser un poco rupturistas y aceptar otro tipo de formatos más actualizados. Seis décadas han dado de si para muchos cambios en la gastronomía y es inevitable ver parte de esa evolución reflejada en el pincho: técnicas de elaboración vanguardistas, combinaciones sofisticadas de sabores o una puesta en escena y estética de los platos muy trabajada. Y no sólo se aprecian cambios culinarios, también los locales se están modernizando, orientándose hacia la mesa en contraposición a la barra, e incluso haciendo del pincho el hilo conductor de un menú completo, cambiando el hábito de recorrer varios bares. Afortunadamente hay espacio para todo tipo de propuestas, disfrútenlas y si les apetece, planteesen este debate.
Artículo publicado en Diario de Noticias
2 comentarios:
Una época maravillosa para ir a Navarra. Exposión de sabores por todos lados. Envidia.
El link a:
"Otros blog de cocina"
No funciona.....Puedes revisarlo por favor.... ya que a parte de leer tu pagina... Usaba tambien tu indice para ir a otras y no las tengo...
no sabia como ponerme en contacto contigo
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