Me gustaría no tener que usar palabros en inglés, sobre todo cuando tenemos la versión en castellano para casi todos los términos, pero en lo que se refiere a marketing (y no es este palabro en cuestión del que voy a tratar), es apropiado usar terminología lo más académica posible.
El caso es que, para hablaros del Restaurante KGB Málaga, os quería hablar antes del “storytelling”, que no es sino una forma muy cool (mierda, esto se me va a ir de las manos) de describir la narración de historias. En realidad, no se trata de nada nuevo, la humanidad lo lleva haciendo desde siempre. Desde el arte rupestre de las cuevas de Altamira, hasta una página web, pasando por todo aquello que se pueda transcribir, tallar, esculpir, pintar, imprimir, grabar o filmar (esto también va a venir del inglés, qué follón…), hemos venido usando diferentes medios y soportes para contar historias.
Estas historias nos sirven para captar la atención del público, transmitir el mensaje de forma más efectiva, y que éste sea recordado y retransmitido con facilidad. Bien sea un cuento infantil, una narración bíblica o un cuadro, una buena historia se predispone a ser archiva en nuestra mente con mucha más fuerza.
Algunos de estos relatos, nos cuentan la historia de un restaurante o de un plato (¿quién no sabe la entrañable historia de las despistadas hermanas Tatin y su tarta de manzana?), pero ¿qué hacer cuando no tienes una historia chula para hacerte el interesante? Pues te la inventas.
Ese ingenioso recurso es el que ha utilizado el equipo de KGB con Kisko Garcia a la cabeza. Sumando la palabra Bar a su nombre, y tomando las iniciales, resultó que encontraron el inquietante nombre de policía secreta soviética. A partir de ahí, la historia fue tomando forma por si sola.
El caso es que, para hablaros del Restaurante KGB Málaga, os quería hablar antes del “storytelling”, que no es sino una forma muy cool (mierda, esto se me va a ir de las manos) de describir la narración de historias. En realidad, no se trata de nada nuevo, la humanidad lo lleva haciendo desde siempre. Desde el arte rupestre de las cuevas de Altamira, hasta una página web, pasando por todo aquello que se pueda transcribir, tallar, esculpir, pintar, imprimir, grabar o filmar (esto también va a venir del inglés, qué follón…), hemos venido usando diferentes medios y soportes para contar historias.
Estas historias nos sirven para captar la atención del público, transmitir el mensaje de forma más efectiva, y que éste sea recordado y retransmitido con facilidad. Bien sea un cuento infantil, una narración bíblica o un cuadro, una buena historia se predispone a ser archiva en nuestra mente con mucha más fuerza.
Algunos de estos relatos, nos cuentan la historia de un restaurante o de un plato (¿quién no sabe la entrañable historia de las despistadas hermanas Tatin y su tarta de manzana?), pero ¿qué hacer cuando no tienes una historia chula para hacerte el interesante? Pues te la inventas.
Ese ingenioso recurso es el que ha utilizado el equipo de KGB con Kisko Garcia a la cabeza. Sumando la palabra Bar a su nombre, y tomando las iniciales, resultó que encontraron el inquietante nombre de policía secreta soviética. A partir de ahí, la historia fue tomando forma por si sola.
El reloj de agente secreto que se transforma en un abrebotellas |
Un peligroso espía internacional, del que se tienen muy pocas imágenes (y que sospechosamente resulta ser una mezcla física de Kisko Garcia Restaurante Choco y su padre), está en busca y captura por parte todas las agencias gubernamentales del planeta por el robo indiscriminado de recetas. En su huida, e intentando poner a salvo el material robado, hace llegar a Kisko estas recetas con la idea de que sirva en Málaga alta gastronomía internacional a precios asequibles. Lo genial de todo esto, es oír cómo Kisko cuenta esta historia, como verídica, a un perfecto desconocido, dejándolo totalmente (o casi) convencido de que el origen de su restaurante es turbio y delictivo.
El espionaje también ha inspirado el interiorismo del local, y además de un magnetófono antiguo, se pueden ver bocetos de las armas que usa para sus fechorías nuestro pérfido agente secreto: la pistola / batidora, el reloj / abrebotellas o la cerveza /cámara secreta.
El espionaje también ha inspirado el interiorismo del local, y además de un magnetófono antiguo, se pueden ver bocetos de las armas que usa para sus fechorías nuestro pérfido agente secreto: la pistola / batidora, el reloj / abrebotellas o la cerveza /cámara secreta.
Botella de Cerveza Victoria Málaga, que se convierte en cámara de fotos ultra secreta |
Si quieres puedes disfrutar de los platos de KGB sin más complicación, pero la invitación a formar parte de la historia del restaurante y que puedas sentirte cómplice de este entrañable villano gastronómico, es un interesante valor añadido. Un ejemplo, el texto que se escribí semanas antes de su inauguración, siguiendo con el storytelling de KGB: http://bit.ly/ KGB_KiskoGarciaBar
A nivelgastronómico, hay que poner de relevancia que elaboran íntegramente todos los platos, por lo que es una cocina viva donde se hornean panes, se reducen salsas y se trabaja materia prima de calidad, algo que sorprende cuando ves los precios de la carta, muy asequibles. Sabores contundentes y sabrosos de platos venidos de diferentes lugares del mundo, que en ocasiones se hibridan con cocina local con elegancia y criterio.
A nivelgastronómico, hay que poner de relevancia que elaboran íntegramente todos los platos, por lo que es una cocina viva donde se hornean panes, se reducen salsas y se trabaja materia prima de calidad, algo que sorprende cuando ves los precios de la carta, muy asequibles. Sabores contundentes y sabrosos de platos venidos de diferentes lugares del mundo, que en ocasiones se hibridan con cocina local con elegancia y criterio.
Si pasas por Málaga, no dejes de darte el capricho de probar sus propuestas, lo vas a disfrutar de verdad ;)
Tataki de tiburón Tataki de cría de majarro (cazón) soasado al fuego con ponzu, chile fresco, wakame, col, espagueti de mar, jengibre, soja y calamar en adobo |
Tiradito de pez mantequilla Con leche de tigre con mayonesa para conseguir algo similar a un gazpachuelo, huevas de pez volador (tobiko) y kimchee |
Caballa a la llama Caballa quemada con soplete y laqueada con soja y limón. Acompañado con hueva de trucha, albahaca, cilantro y hierbabuena |
Flamenquín ibérico Relleno de tortilla de patata, bacon, pimiento verde y mayonesa de ajos asados |
Cangrejo de concha fina Cangrejo tierno (cuando está mudando el caparazón) tratado como un boquerón al limón, en tempura de harina de trisol, con salsa de kimchee y mayonesa |
Tortilla al vodka Tortilla de patata al momento con salsa de pollo al limón, rematada con vodka |
Mollete de lechón al curry Pan tradicional malagueño con lechón cocinado a baja temperatura con su piel crujiente, y salsa curry |
Pekín express Pan chino al vapor acabado a la plancha, relleno de secreto ibérico, huevito de codorniz y salsa hoisin |
Cochinilla pibil Tortillas harina de trigo con carne magra de cerdo guisada lentamente con achiote, naranja agria, lima y cebolla morada |
Pastel Califal Soufflé de almendra y helado de turrón |
KGB [Kisko García Bar]
Calle Fresca, 12
Málaga
952 22 68 51
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