Estoy leyendo un libro sobre alimentación energética “¡Revitalízate!” de Jorge Pérez-Calvo, y hay una interesante sección que hablaba sobre los picantes. Una de las primeras cosas que me llamó la atención, fueron las diferentes clasificaciones de los tipos de picantes. Existen los picantes calientes (romero, ajo, cebolla, chilis, cayena, pimienta, mostaza…), tibios (jengibre fresco, comino, cardamomo, tabasco, canela…), fríos (wasabi, menta, mejorana, rábano…) y neutros (nabo, colinabo, albahaca, cúrcuma…).
Según este tipo de filosofía alimentaria cada tipo de picante pude afectar de forma beneficiosa o perjudicial a los diferentes tipos de organismos. Por ejemplo para una persona nerviosa y delgada, no sería recomendable que tomase ajo, cebolla o cayena. O que una persona obesa debería escoger picantes frescos o neutros. Quien esté en un proceso depresivo el comer picantes puede relajarle mucho. Curiosamente el mejor picante de todos, a nivel energético, es el wasabi.
En definitiva el sabor picante estimula la circulación de la sangre, porque ayuda de deshacer obstrucciones y activa las funciones del hígado. Curiosamente el mayor consumo de picantes, se da en países cálidos, porque lejos de ser un condimento que dé calor, tiene propiedades refrescantes. Aunque el libro sugiere pautas muy interesantes, algunas partes se pueden catalogar prácticamente de majadería. Por ejemplo, dice que el consumo de carne, azúcar y picantes da lugar a conductas muy violentas y agresivas, como puede comprobar (según el autor), en países como Méjico, Colombia u Oriente Próximo.
Según este tipo de filosofía alimentaria cada tipo de picante pude afectar de forma beneficiosa o perjudicial a los diferentes tipos de organismos. Por ejemplo para una persona nerviosa y delgada, no sería recomendable que tomase ajo, cebolla o cayena. O que una persona obesa debería escoger picantes frescos o neutros. Quien esté en un proceso depresivo el comer picantes puede relajarle mucho. Curiosamente el mejor picante de todos, a nivel energético, es el wasabi.
En definitiva el sabor picante estimula la circulación de la sangre, porque ayuda de deshacer obstrucciones y activa las funciones del hígado. Curiosamente el mayor consumo de picantes, se da en países cálidos, porque lejos de ser un condimento que dé calor, tiene propiedades refrescantes. Aunque el libro sugiere pautas muy interesantes, algunas partes se pueden catalogar prácticamente de majadería. Por ejemplo, dice que el consumo de carne, azúcar y picantes da lugar a conductas muy violentas y agresivas, como puede comprobar (según el autor), en países como Méjico, Colombia u Oriente Próximo.
Sandeces a parte, os puedo garantizar que esta crema de zanahoria os va a proporcionar sensaciones de lo más placenteras. El aroma penetrante de la albahaca, la fragancia refrescante del limón, el ligero calor de los chilis, y todo ello con la dulzura de la zanahoria, deja una sensación de frescura, armonía y relax realmente deliciosa.
Receta de crema de zanahoria con albahaca y limón
Ingredientes1 kilo de zanahorias
750 ml. de caldo de verduras
2 cebollas
2 limones
1 manojo de albahaca fresca
Guindillas o chiles rojos picantes
1 tarrina de queso Philadelphia light
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Elaboración
Cortar y picar las cebollas. En una cazuela grande, calentar 5 o 6 cucharadas de aceite de oliva en el que cocinaremos las cebollas, a las que pondremos una pizca generosa de sal, para que suden más rápido su agua de vegetación. Pochar las cebollas, removiendo de vez en cuando, durante 20 minutos, hasta que estén a punto de caramelizar. Mientras pelaremos y cortaremos las zanahorias en finas rodajas.
Cuando la cebolla esté lista, añadimos las zanahorias y las salteamos durante 10 minutos más. Añadir el caldo caliente, parte del manojo de albahaca picada, la ralladura de los dos limones, el zumo de uno de ellos y dos o tres chiles picantes, picados muy finos.
Cocer todo durante 20 minutos, pasado ese tiempo añadir el queso de untar y remover para que se disuelva. Retirar del fuego, dejar que enfríe un poco y triturar con la batidora, hasta que quede una crema muy fina. Una vez esté a temperatura ambiente, añadir el zumo del limón restante y la albahaca que habíamos reservado ya picada. Reservar en el Frigo, servir la crema de zanahoria con albahaca y limón muy fría, con unos trocitos de guindilla roja picante al gusto.
Receta de crema de zanahoria con albahaca y limón
Ingredientes1 kilo de zanahorias
750 ml. de caldo de verduras
2 cebollas
2 limones
1 manojo de albahaca fresca
Guindillas o chiles rojos picantes
1 tarrina de queso Philadelphia light
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Elaboración
Cortar y picar las cebollas. En una cazuela grande, calentar 5 o 6 cucharadas de aceite de oliva en el que cocinaremos las cebollas, a las que pondremos una pizca generosa de sal, para que suden más rápido su agua de vegetación. Pochar las cebollas, removiendo de vez en cuando, durante 20 minutos, hasta que estén a punto de caramelizar. Mientras pelaremos y cortaremos las zanahorias en finas rodajas.
Cuando la cebolla esté lista, añadimos las zanahorias y las salteamos durante 10 minutos más. Añadir el caldo caliente, parte del manojo de albahaca picada, la ralladura de los dos limones, el zumo de uno de ellos y dos o tres chiles picantes, picados muy finos.
Cocer todo durante 20 minutos, pasado ese tiempo añadir el queso de untar y remover para que se disuelva. Retirar del fuego, dejar que enfríe un poco y triturar con la batidora, hasta que quede una crema muy fina. Una vez esté a temperatura ambiente, añadir el zumo del limón restante y la albahaca que habíamos reservado ya picada. Reservar en el Frigo, servir la crema de zanahoria con albahaca y limón muy fría, con unos trocitos de guindilla roja picante al gusto.
10 comentarios:
Pues una receta con una pinta estupenda. Me viene fenomenal para esta semana, así cambio de una vez por todas la típica receta de crema de calabacín... :-(
Gracias y saludos!!!
La verdad es que da gusto contigo. Aprende y cocina. Por cierto, ayer cene en un mejicano muy,muy pequeñito en la zona de Opera (Madrid) y efectivamente quedé muy estimulado después de probar una salsa que tenían allí. Lo que no se era el tipo de picante, ni de que planeta venia. Esta manía de probarlo todo un día me trae un disgusto. :-)
Un beso.
Jo, con lo mal que me llevo yo con los picantes, creo que al final los únicos con los que podría es con los picantes fríos, fríos... Pero sólo los fríos de c...nes.
Me apunto a la cremita pero, aunque quede sosa, sin picante, plis.
Esa cremita tiene una pinta estupenda y muy refrescante.
La probaré pronto y te contaré....
Por cierto tienes un blog super colorido, me encanta.
Je, qué casualidad, yo ayer preparé crema de zanahoria que comeré hoy...
Sin duda en verano es de lo mejorcito que hay.
Bueno, de nuevo escribo yo porque ayer preparé esta crema... ufff, una maravilla, el limón, la albahaca y las gindillas le dan un toque muy pero que muy resfrescante.
Para mi gusto salío demasiado picante, pero mi chica, a la que todo el pique le parece poco está alucinando con la receta.
Muchas gracias y nada, a seguir compartiendo... ;))
Saludos.
Andrés esta crema para los yonkis del picante, es una maravilla. A mí es que me gusta sudar con los picantes. Además mi nivel de tolerancia está a nivel mejicano XD. Me alegro mucho de que te haya gustado ;)
Carlos a mí los picantes que me alucinan son los tailandeses, con esos se te caen los mocos, te lo juro!
Morgana, tú pruebala sin picante que va resultarte igual de rica. Quizás un toque de pimienta verde, si te atreves... :D
Abuelocascarrabias comparto contigo la aficción por las cremas de zanahorias, pero si además la tomas cruda en ensaladas, te pones de un moreno que parece casi una fotosíntesis!
Gracias Anabel, me encanta compartir contigo la felicidad que dan los colores ;)
Besos a todos!
Buenas,
Yo no tolero nada el picante, por eso de ser delgado y nervioso :), debería probar las alternativas que cuentas. Pero esta crea con el toque de la albahaca me motiva...
un saludo
Jorge
http://pocohecho.wordpress.com/
Imprescindible la escala de picantes que relata Pepe Iglesias en su página: http://www.enciclopediadegastronomia.es/articulos/historias-de-los-alimentos/historias-de-las-frutas-y-hortalizas/historia-del-pimiento.html?pag=2
Muchos besos
Ramón
Guau, qué pinta tan buena. Y seguro que es fresquísima. Vamos que una cucharada acaba con cantidad de radicales libres!!
La probaré, seguro. :D
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