sábado, noviembre 23, 2013

Casa Mari y Rufo - Barcelona

Me encanta cuando alguien con voz susurrante te dice al oído… “Te voy a llevar a un sitio increíble, por donde pasarías miles de veces, pero nunca se te ocurriría entrar”. Y es que cada vez encuentro más fetichismo en descubrir locales genuinos, donde el carisma de los propietarios es parte del encanto y la calidad del producto forma parte del ADN del establecimiento. Mari y Rufo es uno de esos sitios que alguien tiene que descubrirte, porqué efectivamente, aunque pasase por delante un millón de veces, no alcanzaría a imaginar el festival que allí ofrecen. 

Una casa de comidas clásica, de las de toda la vida, situada al lado mismo del Mercat de Santa Caterina, regentada desde hace 30 años por el mismo matrimonio, al que ahora se ha sumado su hijo, y con una eficiente plantilla que sabe vender a la perfección las virtudes de su carta. Con sencillez, eficacia y la complacencia de saber que sirven lo mejor, el Mari y Rufo exhibe en su entrada el espectacular género que llega desde los escasos metros que les separa del mercado. En la parte delantera del local, donde además se encuentran las planchas donde se cocina gran parte del producto, se puede disfrutar de un bocado rápido, de pie o en banquetas, mientras que al fondo, el comedor ofrece la posibilidad de darte un banquete en toda regla con algo más de comodidad (si encuentras mesa, claro) y cero ostentación. 

La cocina es la que tiene que ser para la materia prima que trabajan, básica y eficaz. Gambas de Palamós y espardeñas a la plancha, calamares rebozados a la andaluza, huevos fritos con patatas caseras, foie y trufa negra, ostras al natural, parrillada de pescados y mariscos, jamón cortado a mano… Los platos los disfrutas desde que te los cantan, porqué lo hacen con tal lujo de detalles y convencimiento, que casi los puedes paladear mientras los describen. 

Una de las cosas que me gustó, fue conocer a una parroquiana del restaurante desde hace 17 años. Nos contó que cada día, sin faltar uno, va a comer a Mari y Rufo, ahora sola desde que hace un tiempo falleció su marido. Una mujer entrañable que no paraba de reñirnos para que dejásemos los móviles y nos concentrásemos en los platos que desfilaban delante nuestro. Imagino que se sorprendería si supiese que hablamos de ella en claves de marketing, porqué ¿qué mejor forma de promocionar un local que una señora que presume de sus visitas diarias al restaurante? 

Por cierto, entre semana dan un menú del día, basado en su cocina de mercado, a un precio realmente interesante; 11€. 
Vermú casero de Alella con un toque de pomelo
Mientras esperamos a las gambetas, un aperitivo cortesía de la casa (las alcachofas a la brasa y confitadas después... ¡rediez!)
Venga sí, gamba de Palamós
Calamares a la andaluza de fritura perfecta
Espardeñas y una navaja 

¡Toma marketing! Te saco el ejemplo (una navaja) para que te animes a pedir la ración 
Patatas fritas cortada a mano, huevos fritos, foie a la plancha y trufa negra rallada... ¿cómo te quedas? 
Surtido de pasteles y cocas
Restaurant Casa Mari y Rufo
Carrer Freixures N°11 
Barcelona
933197302.

2 comentarios:

Mercè dijo...

Todo tiene una pinta estupenda y las gambas se ven de muy buena calidad.
La próxima vez que vayamos a Barcelona iremos a comer, peró si se puede decir ¿Cuanto os cobraron por los platos que pedisteis? En muchos sitios el menú es asequible pero la carta imposible.

garbancita dijo...

Mercè, no fue una comida en toda regla, más bien un picoteo intenso, y salimos a unos 25€ por cabeza, tomando nada más que un vermú cada uno ;)