Pimiento del Piquillo de Lodosa confitado con paté de ajo asado |
Ponerle azúcar a los pimientos de piquillo es un pecado gastronómico tan gordo como echarle ketchup a un chuletón de vaca. Pocos los tendrán tan cuadrados de pedir ketchup en un asador, pero en la intimidad de las cocinas a los pobres piquillos se les hacen unas fechorías de lo más preocupantes...
Un piquillo confitado no necesita ni un átomo de azúcar, lo que necesita es tiempo, un fuego suave y que les prestes un mínimo de atención. En un par de horas se consigue un delicado y genuino sabor dulce, quedando el piquillo con una textura ligeramente melosa.
Quizás en restauración sea más complicado dedicarle tanto tiempo, pero en casa se puede hacer sin dificultad y el resultado merece la pena. Si hoy habíais pensado cocinar piquillos, ponedlos ya al fuego y en un par de horas me contáis el resultado ;)
Esta es la receta de "Pimiento del Piquillo de Lodosa confitado con paté de ajo asado"
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