Continuando con los aceites peculiares que almaceno en mi cocina, tengo el gusto de presentaros al aceite de nuez y a su primo el vinagre de nuez. Ambos fluidos son de origen francés, Oh lala! estos galos tienen una gama enorme de vinagres y aceites de diversos aromas, y no se trata de productos gourmet como pudiera parecer, sino que se pueden encontrar en cualquier supermercado e incluso disponen de aceites aromáticos en la gama de producto blanco.
El aceite de nuez defrauda un poco, sobre todo si lo hueles después del aceite de avellanas, que tiene un olor increíblemente intenso. El de nuez apenas si transmite aromas a través de la nariz, pero en boca consigue que evoquemos las nueces muy al fondo de la boca, casi subiendo por la nariz. No se trata de un sabor definido y potente, sino más bien una añoranza al sabor del fruto de las nueces.
En el vinagre, el toque a fruto seco es mucho mas complicado de definir con todo el caos que provoca el ácido en la boca, pero la nariz reconoce el aroma de inmediato. Después de la alteración que produce en boca el vinagre, queda un toque a la piel de la nuez y a su cáscara.
Aunque vinagre y aceite tengan la misma base, son sabores totalmente diferentes, que de alguna forma se complementan bien. Para seguir con las inspiraciones de la nuez, decidí hacer un pequeño aperitivo utilizando este combo para aliñar, junto con unas hojas de rúcula, que también tienen una fragancia a nuez. La rúcula es de mi balcón, son brotes muy tiernos, porque las platas se encuentran en fase baby, pero tienen ya un sabor increíble. No le puse nada facíl al salmón la posibilidad de destacar, ya que no logró imponer su sabor ahumado sobre el resto de ingredientes.
Aperitivo de salmón y feta a la nuez
Ingredientes
Aceite de nuez
Vinagre de nuez
Salmón ahumado
Queso Feta
Hojas tiernas de rúcula
Semillas de mostaza
Preparación
Cortar el queso en dados pequeños y las láminas de salmón en el mismo tamaño. Aliñar ligeramente con aceite de nuez. Sobre una cuchara china, ponemos una cama de hojas de rúcula bien limpia. Encima disponemos una parte de la mezcla del queso con el salmón. Rociamos con unas gotas de vinagre de nuez y le damos el toque de gracia con unos granos de mostaza.
Aunque vinagre y aceite tengan la misma base, son sabores totalmente diferentes, que de alguna forma se complementan bien. Para seguir con las inspiraciones de la nuez, decidí hacer un pequeño aperitivo utilizando este combo para aliñar, junto con unas hojas de rúcula, que también tienen una fragancia a nuez. La rúcula es de mi balcón, son brotes muy tiernos, porque las platas se encuentran en fase baby, pero tienen ya un sabor increíble. No le puse nada facíl al salmón la posibilidad de destacar, ya que no logró imponer su sabor ahumado sobre el resto de ingredientes.
Aperitivo de salmón y feta a la nuez
Ingredientes
Aceite de nuez
Vinagre de nuez
Salmón ahumado
Queso Feta
Hojas tiernas de rúcula
Semillas de mostaza
Preparación
Cortar el queso en dados pequeños y las láminas de salmón en el mismo tamaño. Aliñar ligeramente con aceite de nuez. Sobre una cuchara china, ponemos una cama de hojas de rúcula bien limpia. Encima disponemos una parte de la mezcla del queso con el salmón. Rociamos con unas gotas de vinagre de nuez y le damos el toque de gracia con unos granos de mostaza.
4 comentarios:
Impresionante aperitivo... Si señora... Con lo que me gusta el Feta... Llámame clásicona y agüeleta, pero me encanta comérmelo en una ensalada de tomate y aceitunas negras, con sal gorda y aceitico de oliva a tutiplen...
El aceite de nuez vive un auténtico romance con los canónigos. Pruébalo.
¡Simple, delicioso y liviano!
He estado revisando tu blog y me parece excelente, completo, con recetas originales y muy buena presentación. Te agrego a mis contactos.
Saludos
Sol!!
Me ha encantado tu visita. No conocía tu blog y no veas que rabía todo lo que me he estado perdiendo. Te añado a mi lista de feeds ;)
Besos!
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