Comiendo en el paraiso Arzak

Hace un par de semanas descubrí donde está el cielo o por lo menos un cachito. Todos los cielos están en lo alto y este también, concretamente en el Alto de Miracruz en Donosti. Un olimpo politeísta, estético y sabroso. Cuando subes (porque has sido bueno) puedes descubrir como se fabrican las nubes, conocer animales inéditos o aspirar el aroma de flores que huelen a dulce txistorra. Todo está tapizado de sonrisas y de lo alto caen confetis de felicidad sensorial. Esta es la crónica de un paseo celestial para alimentar el espíritu.

Lo primero que llama la atención cuando visitas la casa de los Arzak, es la emoción contenida que se respira en sus dos comedores. La misma emoción que tensa el ambiente antes de comenzar una obra de teatro cuando se apagan las luces, es lo que percibes cuando recibes la carta. ¿Qué trozo del cielo te quieres comer? Pues todo, hombre! O por o menos, saborear de cada parte un poquito. Entonces uno de los querubines viene y te dice con una sonrisa calida, “Mientras preparamos su ruta, disfrute de nuestros sudokus y crucigramas gastronómicos".

Entretenimientos Arzak

Arraitxiki con rabanitos
Melón relleno de queso
Caldito de alubias con manzana

Puding de pescado con fideos

Arroz Crujiente con Setas

El primer acto comienza con un regalo envuelto en celofán. Se trata de una ostra presumida, que se ha mudado de su dura concha a un nuevo hogar mucho más luminoso y brillante. El celofán tiene un suave efecto térmico y la ostra está templadita en su vanidad.

Celofán de ostras templadas

A dúo, aparece una manzana que gesta el fruto de su apasionado romance con un seductor foie. Guapos y atractivos, la manzana es al foie, lo mismo que Brad Pitt a Angelina Jolie, una unión asquerosamente perfecta.

Manzanas con aceite de foie

Los valientes y aguerridos Arzak también son cazadores de fieras. De bestias que parecen ambigramas zoológicos o mitológicos seres bicéfalos. Lo normal si estás en el cielo, vamos. El combate con estos bichos es cuerpo a cuerpo, pero acabas chapándote los dedos.

Cigalitas tibias al corte, inyectadas en maiz

Parada para almorzar! Un clásico de cualquier taberna, actualizado bajo el lema “Menos es más”.

Flor de huevo y tartufo en grasa de oca, con txistorra de dátiles.

El segundo acto se escenifica en su primera parte, en el mundo submarino. Te pones tu escafandra y desciendes, para ver animales fantásticos de dimensiones gigantescas. Mi rato me llevó calcular el calibre de esta lubina salvaje. Una lubina fiestera, que venia de gaupasa de algún cotillón, con confetis enredados en el pelo. Ay…golfa más que golfa!

Lubina con confetis vegetales

Pero en el mar no todo es juerga y fiesta. Al rape se le conoce por ser solidario y altruista en sus actos. Es de ese tipo de seres que te dice “lo mío es tuyo” y te da su médula! De tan bueno tonto, dirían algunos envidiosos. Un ejemplo a imitar.

Rape con hilos y médula

Llegamos a la parte académica del menú. Corzo y ciervo instruidos en matemáticas fractales. Si, son los empollones de la clase y saben mucho y muy bien. Vinieron con su carpeta de apuntes de gelatina y cálculos sobre el peso atómico de la aceituna negra.

Corzo y ciervo con fractal y aceituna negra

Entra otra vez en escena el hígado de Brad Pitt. Al loro Angelina, que te la está pegando con otra fruta! Y no sé yo con quien hace mejor pareja. Está el foie de pato, posando junto a crujientes y dulces láminas de plátano. Lucen en un erótico milhojas, diciéndose el uno al otro en un bucle infinito: “yo te quiero mucho", “pero yo te quiero más”, “no, yo te quiero más”…

Foie de pato y plátano

Bajada de telón, espera, nervios y vuelta a subir el telón, comienza el tercer acto. Multitud de actores aparecen en escena, mientras los diabéticos de la sala piden clemencia o la muerte a base de azúcar y colores.

Sopa y chocolate "entre viñedos"

Aparece un actor inerte, entonces la Bruja Avería se acerca y dice en voz alta: ¡Por Saticón, Orticón y Plumbicón!: conviértete en una piña asada pomposa en ebullición!

Piña asada pomposa

Este acto teatral se basa en el transformismo y la torrija está aburrida de ser tan folclórica. Ojeando una revista de tendencias descubrió que Japón está de rabiosa actualidad, así que decidió operarse y trasformase en un nigiri anaranjado con un cinturón de espinacas. Muy chic ella.

Torrija anaranjada con espinacas

Recordáis la ostra petulante del primer acto. Pues su concha abandonada les pidió a los dioses que le diesen otra oportunidad para no quedar abandonada en el olvido. Entonces ellos la convirtieron en el segundo premio del festival de cine de la ciudad.

Ostras de chocolate plateadas

Lo malo de subir al Cielo, es que una vez allí, no te quieres ir. Pero este, es un cielo de transito. Así con una dulce despedida y un paracaídas tienes que volver a bajar a la tierra.

Petit four

Chocolate en aceite de oliva
Crujiente de mango
Bombones de chocolate y alubias rojas de Tolosa
Coulant de casis
Etc....

Tengo que felicitar a Elena por todo este show de emociones comestibles y por ser tan encantadora y entregada. Eres una digna sucesora de tu padre. Muchas gracias por todos los detalles que tuviste con nosotros y por una comida inolvidable.

Gracias Capitoni por el regalo :)