El verano está en todo su esplendor y es en este momento cuando las huertas hacen gala de toda su fecundidad, dando cantidades exageradas de frutas y verduras. No hay semana que no me lleguen, de familiares y amigos, varios kilos de calabacines, alubias, pepinos, cebollas, tomates, pimientos, higos… Algo que, con los tiempos que corren, se agradece profundamente, pero que hace que me tenga que estrujar las meninges para improvisar recetas diferentes.
En este momento tengo un importante excedente de calabacines y de arroz arborio (es una larga historia, ¡pero tengo casi tres kilos!). Así que para solucionar este problema de abundancia, he preparado esta receta de risotto de calabacín. Además, lo he guarnecido con unas láminas de solomillo de salmón ahumado de Muy de Miguel, que servidas en el último momento sobre el risotto de calabacín, toman la suficiente temperatura como para deshacerse en melosas lascas. Si no tienes salmón, otra combinación interesante con el calabacín, es el jamón, cortado en virutas o en láminas crujientes.
Por cierto, si quieres comprar un buen arroz para risotto a buen precio, el jueves 13 de agosto comienza en Lidl la promoción Bella Italia, donde además podrás encontrar las adictivas cerezas amarenas, entre otros muchos productos interesantes.
Receta de risotto de calabacín
Ingredientes[para cuatro personas]
200 gr. de arroz arborio
400 gr. de calabacín
½ cebolla
2 chalotas
½ vaso de agraz verjus o vino blanco seco
1 litro de caldo de verduras
70 gr. de parmesano
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Elaboración
En una sartén tipo saute (ancha y con bordes altos), calentar 5 o 6 cucharadas de aceite de oliva virgen. Cuando esté caliente, incorporar la cebolla y las chalotas picadas muy finas. Añadir una pizca generosa de sal, remover y pochar hasta que las verduras estén blandas, pero sin que lleguen a dorarse. Mientras iremos cortando el calabacín en finas láminas, que a su vez cortaremos una juliana gruesa.
Cuando la cebolla esté en su punto, agregar el calabacín y saltearlo hasta que esté blando. En ese momento añadimos el arroz, y dejamos que se tueste ligeramente, hasta que los granos estén casi transparentes. Incorporar el agraz verjus o el vino blanco seco, y remover para que se evapore el alcohol.
A partir de ahora iremos añadiendo poco a poco el caldo de verduras, que tendremos caliente para que al agregarlo no frene la cocción del arroz. Es importante remover constantemente el risotto, para que el arroz suelte su almidón y la mezcla quede cremosa. Conforme se vaya evaporando el caldo, iremos añadiendo más, hasta que transcurridos unos 15 minutos el arroz esté casi en su punto.
Añadir un poco más de caldo, el parmesano rallado y mezclamos todo bien para que el queso se funda, y el risotto quede mantecado. Después de remover un par de minutos, bajamos el fuego y dejamos reposar el arroz dos o tres minutos más. Servir caliente, acompañado de unas láminas de salmón ahumado o de unos crujientes de jamón serrano.
200 gr. de arroz arborio
400 gr. de calabacín
½ cebolla
2 chalotas
½ vaso de agraz verjus o vino blanco seco
1 litro de caldo de verduras
70 gr. de parmesano
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Elaboración
En una sartén tipo saute (ancha y con bordes altos), calentar 5 o 6 cucharadas de aceite de oliva virgen. Cuando esté caliente, incorporar la cebolla y las chalotas picadas muy finas. Añadir una pizca generosa de sal, remover y pochar hasta que las verduras estén blandas, pero sin que lleguen a dorarse. Mientras iremos cortando el calabacín en finas láminas, que a su vez cortaremos una juliana gruesa.
Cuando la cebolla esté en su punto, agregar el calabacín y saltearlo hasta que esté blando. En ese momento añadimos el arroz, y dejamos que se tueste ligeramente, hasta que los granos estén casi transparentes. Incorporar el agraz verjus o el vino blanco seco, y remover para que se evapore el alcohol.
A partir de ahora iremos añadiendo poco a poco el caldo de verduras, que tendremos caliente para que al agregarlo no frene la cocción del arroz. Es importante remover constantemente el risotto, para que el arroz suelte su almidón y la mezcla quede cremosa. Conforme se vaya evaporando el caldo, iremos añadiendo más, hasta que transcurridos unos 15 minutos el arroz esté casi en su punto.
Añadir un poco más de caldo, el parmesano rallado y mezclamos todo bien para que el queso se funda, y el risotto quede mantecado. Después de remover un par de minutos, bajamos el fuego y dejamos reposar el arroz dos o tres minutos más. Servir caliente, acompañado de unas láminas de salmón ahumado o de unos crujientes de jamón serrano.
14 comentarios:
hola, que buena cara tiene este risoto se ve tan meloso, lo apunto para despues de vacaciones un saludo angeles
con lo que me gustan los risottos.... y el calabacín que me chifla..
está claro que el próximo día que haga arroz haré este tuyo...
besitos!!
Te voy a confesar una cosa........ nunca e hecho un risotto, es que siempre pienso que no me van a salir. Pero viendo el tuyo................ me voy a decidir a intertarlo. Tiene una pinta estupenda.
Nuri desde Pamplona.
Extraordinario risotto Garbancita, como siempre, como el calabacín es un gran embajador del sabor, y si encima es de huerta, pues el plato es de ¡agárrate los machos!. Me encantan tus fotos. Un saludo.
Ángeles como siempre hay calabacines buenos en el mercado, está receta se puede hacer todo el año... aunque ahora es el momento ;)
fargopatt ahora que lo dices, siempre hago los risottos con ingredientes más aristocráticos, y no sé la razón. El caso es que con un calabacín y 4 puñados de arroz, te sale una comida barata, de temporada y bien resultona.
Pues Nuri, los risottos son de la cosa más agradecida para empezar en la cocina. Mi hermano ha comenzado a cocinar hace poco, y lo ha hecho con risottos. Los hace de todo tipo y condición. El otro día me dijo que ya está preparado para pasar a mayores, que le un reto culinario mayor... :D
Gracias Carlos. La verdad es que saber de donde vienen los calabacines, es una garantia que pocos tenemos el lujo de disfrutar.
Besos a todos!
Qué bueno!
Lo del arroz para rissoto, apuntado para el jueves ; )
Ordas de blogeros gastronómicos estarán el jueves saturando todos los Lidl del país!!
Las tropas de Mordor a nuestro lado, unos boy scouts!!
:D
Me uniré a la tropa de arrase!
Fantástico risotto Garbancita!
El calvo del Lidl a mi lao no es nadie!!
Jaja
Un risotto de verdad, ¡sí señora!. Estoy un poco harta de los risottos que te presentan en restaurantes ligados con nata. Entiendo que es un plato de cocinar y ¡a comer! pero...
Yo suelo hacer un risotto "navideño" de champiñones y cava. (Lo de navideño es porque uso ese culín de cava o champán que siempre queda.
Aprovecha las verduras de huerta...
Saludos
Pues mira en eso coincidimos. Yo nunca le pongo ni mantequilla, ni nata, porque lo considero totalmente innecesario a nivel palativo y calórico. Creo que muchas recetas están afrancesas hasta el exceso con cantidades industriales de grasa láctea, fácilmente sustituible u omitible.
Eso del cava lo probé hace poco con un arroz negro, al que le puse un alioli de miel... marcianadas ricas!
Besos María :)
Esta receta la he visto (parecida claro) en otros sitios y siempre he querido hacerla. A ver si me animo..por cierto yo también tengo kilos de arroz arborio en mi cocina, un día me dio por cocinar arroz..
guapa ya estoy de vuelta viendo tus delicias...
Ciega vengo de tanto vino. ajajaja.
Ah no que era agua.
Besos
Margot
Si Aratxi, también yo tambía visto la receta, aunque luego siempre cada uno la tunea un poco. Creo que voy a ponerme ciega de este risotto, hasta que acabe con todos los calabacines y el arroz que tengo :)
Margot, mi vinetera favorita! El otro día volví a tomar el verdejo de José Pariente, y que al momento me acordé de ti. Eres un amor, jodia!
Besos a las dos ;)
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