Tampoco faltaron las actividades gastronómicas dentro del viaje programado a las Campiñas de Jaén. Después de ver el proceso de fabricación del aceite de oliva virgen extra en la almazara de la Cooperativa Nuestra Señora del Carmen, nos ofrecieron allí mismo una comida campera preparada por el Restaurante El Marqués de Úbeda. Platos típicamente jiennenses de alto poder calórico ideales para los aceituneros que trabajan esos días en los olivares.
Jamón ibérico de curación propia
Cuñas de queso de leche cruda de oveja con aceite DO Campiñas de Jaén
Pipirrana jiennese
Migas de pan con torreznos, chorizo, rabanitos, huevo frito en el primer aceite de la campaña 2009
Chivo lechal frito con ajo, hierbas aromáticas y aceite certificado Campiñas de Jaén
Después de tan generoso banquete partimos, rodeados de una impenetrable niebla, rumbo a Úbeda. Fue una pena no tener tiempo para poder disfrutar de toda la belleza de esta localidad, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Su centro histórico con sus grandes palacios y estrechas calles tiene la capacidad de transportarte directamente al Renacimiento. Nos alojamos en el hotel María de Molina, un palacio restaurado del siglo XVI con un luminoso patio central típico de la época. En la habitación nos esperaba a cada uno un agradable tratamiento de olivoterapia a cargo del Balneario Urbano Las Ánforas de Linares. El aceite de oliva tiene un gran poder hidratante, previene el envejecimiento, ayuda a la cicatrización y a la regeneración de los tejidos, y suaviza y tonifica la piel. Loli un encanto de chica experta en tratamientos corporales, fue la encargada de aplicarme el exfoliante a base de extracto de pulpa de aceituna y sal del mar muerto. Posteriormente me aplicó un envelope de fango y hojas de oliva con envoltura en plástico osmótico (lo que viene siendo un marinado gastronómico) y posteriormente me dio un masaje integral relajante e hidratante con aceite puro de oliva. Como podéis imaginaros me dejo como nueva y suave como el terciopelo. Si pasáis por Linares no os privéis de un tratamiento en Las Ánforas, los precios son realmente buenos y el resultado excelente.
Don Francisco Covos y Doña María de Mendoza brindaron con nosotros al comienzo de la cena
Con las pilas cargadas nos dirigimos al Palacio de la Rambla donde nos esperaba una espectacular, y nunca mejor dicho, cena renacentista. El majestuoso Palacio de la Rambla es un Hotel con Encanto que mantiene la decoración de la época con una rigurosidad solemne, a la vez que dispone de las comodidades más actuales. Comenzamos la velada con una cata de aceites muy instructiva. No suele ser habitual que en las catas se muestren productos con defectos y en este caso se hizo, resultando muy revelador. Primero catamos un aceite de oliva de suelo con un toque rancio, después un aceite de oliva de marca blanca y posteriormente un aceite de oliva virgen extra DO Campiñas de Jaén. Muy revelador descubrir las marcadas diferencias entre uno y los otros.
El plato fuerte de la noche consistió en una cena con platos del Renacimiento, rescatados de recetarios de la época y adaptados al paladar actual, amenizada con juglares, bufones y aristócratas. Comenzamos la cena con la visita de Don Francisco de los Cobos (secretario de Carlos V) y Doña María de Mendoza, con los que brindamos con hipocrás (vino especiado con miel). La cena corrió de nuevo a cargo del Restaurante El Marqués. Si viajáis a Úbeda podéis encargar una cena renacentista para grupos contactado con el Hotel María de Molina. Verdaderamente divertida la cena con magníficos actores interpretando personajes de la época e interactuando con los comensales.
El plato fuerte de la noche consistió en una cena con platos del Renacimiento, rescatados de recetarios de la época y adaptados al paladar actual, amenizada con juglares, bufones y aristócratas. Comenzamos la cena con la visita de Don Francisco de los Cobos (secretario de Carlos V) y Doña María de Mendoza, con los que brindamos con hipocrás (vino especiado con miel). La cena corrió de nuevo a cargo del Restaurante El Marqués. Si viajáis a Úbeda podéis encargar una cena renacentista para grupos contactado con el Hotel María de Molina. Verdaderamente divertida la cena con magníficos actores interpretando personajes de la época e interactuando con los comensales.
Escabeche de volatería: pollo y perdiz escabechadas con manzana, cebolla y ciruelas
Empanada de calabaza y gordales, una variedad de aceituna
Ensalada agridulce de naranja, nueces, cebollinos y bacalao
Juglares amenizando la cena en el Palacio de la Rambla
Albóndigas de pavo en caldo de gañán
Torreznos de papada en adobo de hierbabuena
Godofredo el bufón de Palacio probando el bacalao para comprobar si está envenenado... desgraciadamente lo estaba
Bacalao en Ajadu
Gigote de carnero al aguardiente y sus berenjenas con capirota
Surtido de postres: bizcocho de almendras, puding de arroz y leche, y flan de huevo
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