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Una buena y seductora imagen para comenzar narrar la experiencia aúna pesca, turismo y gastronomía. Son unos fantásticos huevos confitados con angulas del Delta del Ebro |
Cada vez vivimos más alejados de los oficios que tradicionalmente nos han suministrado los alimentos necesarios para subsistir, algo que no sólo provoca una preocupante falta de cultura general, sino que además origina que perdamos perspectiva sobre nuestra alimentación. Conocer como es el trabajo de agricultores, ganaderos y pescadores nos proporciona sabiduría sobre el producto, su estacionalidad, el respecto al medio ambiente de los trabajos tradicionales, pero sobre todo, nos permite ser unos consumidores con criterio.
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Nos alejamos lo suficiente como para encontramos a 60 o 70 metros del fondo marino
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Partiendo del puerto de Cambrils en busca del nuestro barco de arrastre |
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Lo poco que sé de agricultura o ganadería lo aprendí de mi familia materna, en las visitas regulares a Zurucuáin, pero desafortunadamente de pesca no sé absolutamente nada, al margen de las tellinas y cangrejos que capturaba en la playa de Cullera cuando iba de vacaciones. Descubrir el mar, más allá de las salidas con colchoneta y la peligrosa pesca bivalvos y crustáceos de orilla, me parece un ejercicio cultural fundamental para entender y respetar el oficio de pescador.
Precisamente eso es lo que buscan las actividades de Pesca Turismo y Turismo Pesquero que propone Turismo de Cambrils. Puede los nombres os recuerden un poco al “Frente Popular de Judea ” y al “Frente Judaico Popular” de La vida de Brian, pero existen sutiles diferencias. En ambas propuestas puedes aprender cómo se realizan la pesca tradicional de bajura en las costas de la localidad, pero en la primera de ellas tú te conviertes en pescador durante toda la jornada, y en la segunda eres observador de cómo se realiza el trabajo, mientras te lo explican con todo lujo de detalles. En otras palabras, en el primer caso serás más pescador y en el segundo, más turista.
En este enlace podéis ver las características y precios de Pesca Turismo y Turismo Pesquero (jaja, no puedo dejar de acordarme de los Monty Python… lo siento). En ambos casos se trata de una jornada completa que incluye comida, a bordo en el caso de Pesca Turismo, y en el L’Indret Espai Gastronòmic en el caso de Turismo Pesquero.
En nuestro caso vivimos la experiencia más comodona, la de ver como otros pescan. Zarpamos en busca del barco pesquero en una pequeña embarcación (bueno realmente no sé si era pequeña o no, pero éramos como 8 o 9 personas), en la que nos acompañaba una experta bióloga marina (ni una coña de Ana Obregón, por favor!) que nos dio todo tipo de datos sobre como es la pesca tradicional de la zona.
Durante casi dos horas estuvimos acompañando un barco de arrastre de unos 23 metros de eslora y 6 de manga (como podéis ver, ya hablo como una grumete). Que nadie se lleve las manos a la cabeza, no se trata de los demonizados grandes buques de arrastre de profundidad, que esquilman el mar allá por donde pasan. Las artes que se utilizan apenas dañan el fondo marino, ni las protegidas praderas de posidoneas de la zona, ya que no penetran sobre el fondo, sino que van encima de este.
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Durante todo el trayecto las gaviotas acompañan a la embarcación, pero cuando llega el momento de levantar el arte, aparecen por docenas. El motivo: comida gratis! |
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Al momento cuando se levanta el arte se le llama chorrada, del verbo chorrar... palabra de rubia, no os tomo el pelo! |
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La red del arrastre es larguísima, a esta parte se la denomina copo, y a mí sinceramente me dio un poco de cosa... siempre me ha impresionado mucho todo lo que haya en el mar donde no hago pie |
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Aquí se puede apreciar lo largo que es el arte, y eso que llevaba un buen rato recogiendo las redes. La chorrada (repito, del verbo chorrar) puede durar unos 15 o 20 minutos |
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Como os decía, después de más de dos horas de arrastre, la captura no supera los 150 kilos. Mucho menos de lo que había imaginado que podría conseguirse. Si echas números y calculas el gasto en combustible, el sueldo de los cuatro marineros que van a bordo y las roturas del material, el rendimiento económico es muy bajo |
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Las piezas que no llegan al calibre estipulado, se devuelven al mar. Como este pulpo. Y para que se vea que es rigurosamente cierto, en esta foto el capitán tiene el pulpo en la mano y.... |
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En la siguiente foto el pulpo va nadando a todo trapo (van muy deprisa los jodidos) hacía el fondo del mar |
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El capitán del barco nos enseña una caja de cigalas recién capturadas. Casi me tiro al agua a por elllas! |
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El capitán del barco, Pitu Pijoan, contándonos las aventuras y desventuras de un joven marinero. Muy instructivo escuchar a alguien con las ideas tan claras y con tanta iniciativa |
La normativa establece que ha de pescarse a partir de 50 metros de profundidad, y esta embarcación lo hace a unos 60 o 70 metros. Durante toda la una jornada de pesca, se laza arrastre 2 veces en invierno y 3 en verano. En el vídeo podéis apreciar como tras las 2 horas que dura el arrastre, la captura no es tan abundante como cabría imaginar. Esto os va a encantar; al momento en el que levantar el arte se le denomina chorrada! Chorrada, del verbo chorrar. Atrapados en sus redes quedan cigalas, merluzas, rapes, besugos y pulpos. Todo aquello que no dé la talla, es devuelto vivo al mar.
Este es el vídeo que grabé de la experiencia:
Una vez realizada la captura, el capitán del barco Pitu Pijoan, se unió a nosotros y nos acompañó al puerto mientras nos contaba todas las desventuras de los pescadores contemporáneos. Pitu pertenece a una generación preocupada por la sostenibilidad del mar, y sobre todo, por dar a conocer esta forma de vida, para poner en valor el duro trabajo que realizan en su gremio. Por ese motivo ha ideado estas actividades turísticas, en las que además de mostrar en vivo y en directo su trabajo, ofrece en su propio restaurante, L’indret Espai Gastronòmic, la posibilidad de degustar las capturas.
Esta propuesta es tan novedosa que fuimos los afortunados comensales que estrenaron las cocinas del restaurante L’indret, que se mismo día abría sus puertas. La filosofía del restaurante sigue la línea de lo que pudimos ver en el mar. Asociado con Mas Les Comelles, una masia rural de la Garrotxa donde se practica el agroturismo ecológico, y todos los productos gastronómicos tienen un mensaje claro de respecto al entorno, la estacionalidad y la proximidad.
En las fotos podéis ver en qué consistió el magnífico menú que disfrutamos. Producto elevando a la máxima potencia, sin apenas tratamiento, y desde el respeto de la cocina tradicional de la zona.
Si tenéis previsto veranear por Cambrils, os recomiendo vivir la experiencia, tanto si es Pesca Turismo, Turismo Pesquero, o como si decidís daros un gusto al cuerpo en L’indret Espai Gastronòmic. Cualquier duda al respecto, Maite Gascón de Turisme de Cambrils, os tenderá con una enorme y generosa sonrisa.
L’indret Espai Gastronòmic
Josep Iglèsies, 40
Cambrils
977 793 426
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