lunes, abril 28, 2008

Crujientes de violeta


Una de las ideas que se que dieron el otro día en la clase de cocina de Elena Arzak, fue la de hacer un crujiente con camelos. En principio, el plato “Pichón bien azulón” llevaba una lámina finísima de caramelo de violeta, pero finalmente no se le puso, aunque Igor Zalacaín explicó como es su elaboración.

Un técnica simple y muy eficaz; consiste colocar un caramelo sobre una hoja de papel vegetal y ponerlo en el microondas durante un breve espacio de tiempo (luego explicaré cuanto). Al sacarlo se habrá fundido completamente, entonces se coloca otra hoja de papel vegetal y se le pasa un rodillo (o un vaso en su defecto), para lograr un fina capa de caramelo. En un par de minutos el camelo está totalmente sólido y se desprende del papel vegetal. Si se quiere guardar para otro momento, es conveniente hacerlo en un recipiente con una bolsita de silicato, para que no se humedezcan.

A pesar de lo aparentemente simple de hacer que resulta, sobre todo después de verle hacerlo a Igor sin apenas esfuerzo, hay que hacer unos ensayos previos, hasta dar con el tiempo y la potencia correcta. Está claro que para cuando yo voy, Igor ya ha ido y ha vuelto 100 veces, pero es curioso que él no conocía el microondas con el que hizo el crujiente y le salió a la primera. En cambio yo tuve que tirar unos cuantos caramelos carbonizados antes de dar con la fórmula correcta. Puede que influyan otros factores, como la forma del caramelo y su composición (él lo hizo con unos caramelos rectangulares y ovalados, con sabor a limón). El caso es que en mi microondas en concreto (cada cual deberá experimentar con el suyo), el caramelo tiene que estar 40 sg. a potencia mínima y además lo hago a dos tiempos, primero 20 sg. y otros 20 después.

Los crujientes se puede utilizar en mil platos de mil formas diferentes, pero a mí se me ocurrió esta simplista idea de poner un trozo de bloc de foie de oca entre dos láminas de caramelo de violeta (o caramelos de vieja, como dice mi amigo Edorta). Para que se quedara mejor adherido el caramelo al foie, puse entre ambos una gotita de
reducción de moscatel.

domingo, abril 27, 2008

Aula de Cocina - Elena Arzak

Una de las ponencias que más expectación ha creado en el Mercado de Ermitagana y es que éramos alrededor del centenar los aficionados que abarrotábamos la pequeña aula donde se imparten las clases de cocina. Y no era para menos, una de las grandes damas de la cocina internacional nos iba acercar el mundo de la alta gastronomía y la cocina de vanguardia. Elena Arzak acompañada de Igor Zalacaín aprovecho la hora y pico de la que disponía para ofrecer, no dos recetas como estaba previsto en un primer momento, sino cinco elaboraciones. Todas ellas aportaban ideas, ingredientes y técnicas para llevar a cabo en casa, pero además mostraban como es la cocina del Restaurante Arzak y todo el trabajo de investigación que se lleva a cabo en el Laboratorio, donde junto a Elena e Igor, trabajan Juan Mari Arzak y Xavier Gutiérrez.
Además Elena ensalzó la riqueza de los mercados, con productos de calidad ofrecidos en el mejor momento aprovechando cada temporada y recomendó a todos los presentes disfrutar de los pequeños tesoros que allí podemos encontrar.

En lo personal, fue todo un placer reencontrarme con Elena, a la que agradezco profundamente sus palabras y a la que quiero expresar mi admiración por su profesionalidad, por supuesto, pero sobre todo por esa gran elegancia de la que siempre hace gala. Gracias Elena.
Mango con queso
Mango con queso
Los ingredientes y la elaboración los podéis ver en el folleto que la organización entrego a los asistentes (lo encontraréis al final de este artículo). Para la elaboración de la receta se explicó como usar una mandolina para conseguir finísimas láminas de mango y se hizo una demostración práctica del uso del soplete de cocina, dos utensilios que están presentes, cada vez más, en muchas cocinas domésticas. Además esta elaboración es muy versátil, porque el mango se puede sustituir por otra fruta, cuando tuve el placer de ir a comer a su restaurante lo probé con melón. Se presentó sobre una bandeja de metracrilato retroiluminada con diodos led, diseñada especialmente por el equipo de Arzak.
Manzana con foie
Esta fue una de las recetas que no estaban programadas para la clase y que es otro de los platos habituales en el menú degustación del restaurante Arzak. Se trata de unos aros de manzana (una variedad que sea ácida como la grand smith, por ejemplo), que se cortan en horizontal a la base de la manzana y a los que se les quita el corazón. Fue interesante como Igor demostró que no hace falta contar con utensilios especiales para conseguir un aro como este y que se trata más de sacarle partido al ingenio. Si por ejemplo el círculo del aro exterior se puede conseguir con un vaso, el interior mucho más pequeño se puede hacer con un tapón metálico de una botella de aceite. Más simple imposible.

Una vez conseguido los aros, se pasan por la sartén (también podrían hornearse) con un poquito de aceite, pimienta y sal, y se reservan. Mientas se pasa por la plancha el foie de pato y se deja reposar 5 min. (los procesos de reposo son fundamentales para que el hígado quedé con la textura deseada). El foie se procesará después, con la ayuda de un accesorio triturador, con una crema de queso fresco o en su defecto con un yogur griego. En la cocina del restaurante esta receta la hacen con kéfir que elaboran a diario ellos mismos. El triturar el foie y el queso, se añadirá sal, pimienta, jengibre en polvo y regaliz en polvo, ambos elaborados por ellos mismos.

Uno de los ingredientes de esta receta que los aficionados a la cocina no podemos elaborar en casa, fueron las frutas atomizadas, para las que se uso nitrógeno líquido (-180ºC). Se trata de frutas que están compuestas por pequeñas partículas o lóbulos (como los cítricos o la frambuesas) y que después de un proceso de ultracongelación y previamente limpias de pieles, se pueden descomponer con un golpe en casi en minúsculos átomos de fruta.

Con todos los ingredientes ya preparados, se pasaría al montaje y emplatado. Se colocan cuatro aros de manzana y se rellena el hueco central con la mezcla de foie y queso. Se espolvorea con azúcar y se carameliza con ayuda de un soplete de cocina. Se sirve templado y las frutas atomizadas se añaden al plato en el último momento.
Chipirón como estrella
Chipirón como estrella
Otra de las recetas que viene convenientemente explicada al detalle en el flyer, pero a la que merece la pena añadir algunos comentarios. De esta elaboración lo más llamativo son las formas irregulares que adquiere el txipirón al saltearlo. Para que el cefalópodo tome la forma que buscamos, antes deberemos darle la vuelta, sino el resultado no será exactamente el que buscamos (en un ejercicio práctico de perfeccionismo, Igor Zalacaín retiró los que por error no estaban del revés y los volvió a preparar de nuevo). El corte que ha de hacerse en el pico del txipirón será en forma de cruz, con el objetivo de que se formen cuatro pétalos triangulares que posteriormente al saltear, se rizaran ofreciendo un bello aspecto.
Pichón bien azulón
Este plato juega con el cromatismo y la denominación del pichón, para hacer una exaltación del color azul. El ingrediente estrella es una pechuga de pichón azul, a la que se le da un golpe de sartén, dejándola bien dorada y a la que posteriormente se deja reposar 8 min. o sino se introduce al horno durante 4, con el objetivo de que suelte todos sus jugos. Con las carcasas del ave, se hará una salsa concentrando todos los sabores, salteando y dorando bien los huesos, sobre todo los más pequeños, a los que se añadirá posteriormente unas verduras bien pochadas (cebolla, zanahoria…). A esta mezcla se le añadirá agua en pequeña cantidad, para que el caldo quede bien concentrado y se dejará cocinar, y reducir posteriormente.

Jugando a recrearse en los mojos canarios para untar patatas, en Arzak se elaboran unas salsas a base de cebolla pochada, queso de cabrales, pan tostado, almendras tostadas, vermú, aceite y patatas azules, que será uno de los azulados acompañamientos del plato.

Además ha de elaborarse un puré de patatas, con la variedad azul nuevamente, que se prepara fácilmente en el microondas en volviendo la patata previamente en papel film y cocinándola durante 3-5 min. (dependiendo del tamaño). Después se pelan, machacan y se les añade aceite de oliva y sal. Con ese mismo puré se hacen los chips de patata, aligerándolo con un poco de agua, se pone un cucharada de producto entre dos láminas de papel vegetal, se aplana la mezcla con un rodillo y se introduce al horno durante 4 o 5 horas a una temperatura de 65ºC (o bien en una zona seca de la casa, como cerca de un radiador, durante unas 24 horas). Una vez la patata está bien deshidratada, se sumerge en aceite para que le dé un toque bien brillante.

El montaje y presentación del plato sería por un lado el pichón con sus jugos y caldo, salseado con el mojo de color azul, y sobre una cucharadita de puré azulado un chip de patata azul. Para aportar todavía un matiz más de azul, se ponen unos pétalos de pensamientos de color azul y se espolvorea con un poco de cebollino picado.
Piña pomposa
Unos de los más singulares y pirotécnicos postres que se pueden disfrutar en Arzak y que desgraciadamente no está al alcance del cocinero amateur, pero del que Elena e Igor ofrecieron ideas que sí podían llevarse a la práctica en el ámbito doméstico. El ingrediente base del plato es una piña que limpia de piel, ojos y corazón, ha sido adobada con menta, orégano, tomillo, jengibre y regaliz en polvo, clavos (aunque este especiado puede variarse al gusto del cocinero) y atravesada con una vaina de vainilla. Aunque en el restaurante lo cocinan en una parrilla de carbón, en casa se puede preparar en el horno como si fuera un pollo (50-60 min. a 190ºC), en la sartén o incluso en papillot.

La fruta va acompañada de una piña colada que lleva 45 gr. de leche, 40 gr. de nata, ½ litro de zumo de piña, 60 gr. de ron añejo y ½ lata de
Coco López. Los ingredientes se introducen en una batidora y se mezclan para obtener el cóctel.

La presentación del plato consiste en la piña asada salseada con parte del combinado, y a la que acompaña un vaso al que se añade además de la piña colada, hielo seco, que a -80ºC reacciona con la proteína de la leche produciendo un precioso efecto burbujeante.
Las recetas del folleto las podéis ver haciendo clic sobre las imágenes.


Más información

jueves, abril 17, 2008

Final de la Semana del Pintx08


Primer Premio, categoría Oro
Restaurante Don Pablo
Como sushi templado de calamar begi aundi y aire de mar.
El jurado ha premiado la redefinición de estilo en forma japonesa del tradicional chipirón en su tinta, manteniendo el concepto clásico del pincho.
El pincho consiste en un arroz de sushi elaborado a la forma tradicional japonesa, mojado con el caldo de cocción del calamar, toques de pimiento, y guarnecido con trocitos de calamar. El roll de sushi se ha creado con una gelatina de tinta de calamar y sobre él unos fetuccini de calamar cocinado a baja temperatura. Aportando volumen un aire de lima, vermout y caldo de calamar, salpicado de virutas de jamón. Le acompaña una salsa agridulce con soja, miel y jengibre.

Primer Premio, categoría Plata
Bar Gaucho

Si tú eres del mar, yo de la tierra.
El jurado ha valorado el maridaje y contrastes de sabores entre mar y la tierra, la untuosidad de la salsa que ensambla los ingredientes y el frescor de la escasa cocción de las vainas, que conservan el color, aroma, textura y sabor.
Mil hojas de carrillera de cerdo ibérico confitado en grasa de pato, con salsa de foie (elaborada con xantana y apta para celiacos), todo ello culminado con una jugosa vieira a la plancha y acompañado con unas alubias verdes al dente con aceite.

Primer Premio, categoría Bronce
Bar Chelsy

Petisui de guiso de pato con hongos, salsa de kumquats y bouquet de flores.
El jurado ha valorado la modernización del concepto de pato a la naranja donde el brick recuerda a la piel crujiente del pato, buscando la forma de un pincho.
Rulo de pasta brick relleno de mollejas de pato confitadas en crema de cacao, acompañado de hongos, sobre el que descansa una fina tostada con flores, piñones y balsámico. Cerrando el círculo de sabores, una salsa de kumquats.
Premio Gazteluleku
Nuevo Casino Principal
Polvo a' feira.
El jurado ha valorado la redefinición del pulpo a la feria en una versión actual y moderna.Pulpo cocinado al vacío y al vapor con una receta familiar y tradicional gallega, presentado en carpaccio y acompañado con un chip de la papata que acompaña en la cocción del pulpo. El aceite y el pimentón se han texturizado en una espuma elaborada con sifón y los jugos de la preparación han servido para elaborar unas falsas algas de gelatina.

Caserío del Baztán - FinalistaFósil de Salmonete.
Lomo de salmonete cocinado a la plancha y acompañado de germinados de soja y lombarda, mango, pensamientos, una teja de pan integral y adornado con una peineta de cebolla fosilizada
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Caserío del Baztán- Finalista
Vuelo de pato entre las nubes.
Magret de pato a la plancha, foie y mollejas, garrapiñadas con caramelo en polvo al soplete, con salsa de naranja y acompañado de una frambuesa efervescente. Un chip de patata cubre un pequeño recipiente que esconde un zumo de naranja del que se desprenden los vapores del hielo seco
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Cafet. El Parque (Hotel Reino de Navarra) - FinalistaSolomillo de atún toro, con tomate cherry confitado al tomillo, virutas de espárragos asados, trufa y sésamo, vinagreta de cítricos y frutas de té.
Taco de atún soasado al punto manteniendo su color rojo en el interior, ensartado con un grissine que sujeta unas láminas de espárrago con trufa, adornado con sésamo blanco, cebollino y salseado con una vinagreta de reducción de jugo de naranja y limón infusionado con frutas de té, y con moteado con sal ahumada.
Bar Restaurante Redín- FinalistaCocidito: Tostada de morcilla, saco de ropa vieja y crema de garbanzos.
Decostrucción de un clásico cocido en diversas formas y texturas: espuma de garbanzos, brick crujiente de ropa vieja con aire de cocido, morcilla suave de verduras, acompañado de crema de zanahoria a la menta y aceite con semillas de amapola y pipas de girasol garrapiñadas.

Bar Letyana - Finalista
Madejas de cordero de Navarra y las migas de pastor.
Plato de casquería a base de intestinos de cordero en forma de madeja, cocido y posteriormente pasado a por la plancha, guarnecido con habitas, migas de pastor, aceite de recula y una gelatina de manzana. Aportando volumen una galleta de fetuccini y espárragos trigueros en tempura.
Bar Gaucho - Finalista
Txupito de txangurro con crema de calabacín y notas frescas de manzana.
Crema de txangurro de Orio con minúsculos trocitos de gambas salteadas, sobre la que descansa una capa de otra crema, esta vez de calabacín con queso cremoso, y servido con unos bastones de manzana grand smith.

Rest. Doña Blanca (Hotel Blanca de Navarra) - Finalista
Tomate confitado con esencia de tomillo, lubina marinada y mermelada de cebolla.
Tomate confitado al horno a 90ºC durante 3 horas en aceite de tomillo que penetra en el fruto previamente pelado. Debajo de la cúpula se esconden unos lomos de lubina cocida en frío con vinagre y acompañado de mermelada de cebolla. La piel del tomate almibarada y secada al horno, hace de crujiente caramelizado, aportando equilibrio a los toques ácidos del plato
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Bar Asador La Almadía - Finalista
Rape en medallones sobre crema de carabineros y risotto de alcachofa.
Rissoto elaborado con alcachofas que acompaña a unos medallones de rape a la romana que descansan sobre una crema de carabineros y a los que corona unas gambas a la plancha.
Cafet. El Corte Inglés - Finalista
Sorpresa de sabores.
Renovación del clásico papillot con cartafata, un papel de cocción transparente que puede aguantar hasta 230ºC tanto en plancha, como en fritura, horno o microondas. En este singular contenedor se han introducido unas habitas y ajetes confitados, con un taquito de jamón ibérico y una vieira con un fino cinturón de zanahoria. Todo el conjunto está acompañado con unas gotas de aceite de sarmiento y regado con una mezcla de albariño y vino de Oporto, a los que se les han evaporado ligeramente sus alcoholes, texturizándolos con gelatina y xantana. La bolsita se pasa por la plancha durante un minuto y medio a unos 150ºC. Un pensamiento espera a que se abra el paquete, para caer sobre el resto de ingrediente. Acompañando y sobre una cuchara, una esferificación de infusión (8 horas a 65ºC) de perrechicos.


Bar Ona - Finalista
Sátelite de patata con comandante huevo frito y tripulante jamón. Receta año 2224.
Dos nidos de patata, elaborados con unos moldes exclusivos, sirven de trampa para un huevo roto y poco cocido, al que acompaña un jamón de bodega frito, salseado con unas gotas de trufa rallada y aceite.

Bar Charlot – Finalista
Delicias.
Lomo de bacalao cocinado a la plancha con cebolla pochada y pimentón dulce. Gratinado con un alioli suave, parmesano y unas gotas de aceite de ajo y perejil.

Se me hiela la sonrisa


¿Nadie se ha parado a pensar en la cantidad de anuncios de adhesivos dentales que emiten en televisión? ¿De verdad hay tanta gente con dentadura postiza? ¿Y porque los emiten después de comer?

El caso es que, quiero estos hielos ya!

Visto aquí

lunes, abril 14, 2008

Aula de Cocina con Elena Arzak

¡Noticia bomba!

Elena Arzak volverá dar clases de cocina en el
Mercado de Ermitagaña, será el próximo jueves 24 de abril y el acto estará abierto al público. Casi dos años después de haber inaugurado el proyecto Aula de Cocina, Elena vuelve a colaborar con esta interesante iniciativa que pretende acercar las recetas creativas a la cocina doméstica del día a día.
Aula de Cocina – Elena Arzak
Jueves 24 de abril de 2008
Hora 17.30
Mercado de Ermitagaña

viernes, abril 11, 2008

Semana del Pintxo: Fuera de órbita

Algunos de los bares participantes en la Semana del Pincho están fuera del circuito principal de establecimientos, que mayoritariamente se encuentran en el Casco Viejo, pero no por ello desmerecen una visita. Suerte que los dos que he visitado me han parecido excelentes, y por eso creo recomendable acercarse, en este caso al Chelsy, en el barrio de Iturrama y el Bar Mendikur en la localidad de Orkoyen (muy próxima a Pamplona). Esta vez se quedan fuera de mi circuito los participantes de la Ribera, Tierra Estella o Tafalla.

Bar Chelsy

Sólo con la vista se puede comprobar la increíble sensibilidad que Raúl Fernández tiene a la hora de cocinar, pero cuando se prueban los dos platos del Chelsy queda más que claro, de que además hay un duro trabajo de reflexión detrás de la confección de estos dos pintxos. Volumen, texturas, contraste de sabores y sublimación de aromas son el resultado de unos pintxos de autor meditados y maduros.

Taboule, chipirón y aromas
Un plato donde lo que destacan son los aromas que se intercalan en cada bocado. El chipirón tierno, con un penetrante toque marino y perfumado con jengibre, que combina a la perfección con unas natillas de cebolla y gambas, dan el toque cremoso y el punto dulce. El descanso se lo da un lecho de taboule en pan de gamba, donde las notas fragantes de la hierbabuena y la trufa, abren las fosas nasales para disfrutar más de todos los aromáticos del plato. Volumen y altura con el brick al aroma de gambas y eneldo, aportando aun más aromas a este sensible pintxo.

Petitsui de guiso de pato con hongos, salsa de de kumquats y bouquet de flores.
Un pintxo que esconde tras su elaboración más de 30 ingredientes que se fusionan y enaltecen unos a otros en verdadera armonía. En primer lugar se degusta el bocado de flores y piñones, donde al trufa y los balsámicos estimulan las papilas gustativas para lo que vendrá después. Mollejas de pato confitadas con crema de cacao, que con hongos y un cinturón crujiente de brick, se han de degustar salseados con kumquats, aportando un toque amargo que camina hacía lo dulce lentamente.

Bar Restaurante Mendikur

De la reciente promoción de “incipientes cocineros” de la Escuela de Hostelería Ibaialde, David Martínez se presenta por primera vez con unos pintxos creíbles y bien ejecutados. Este joven cocinero y empresario de ideas claras sabe lo exigentes que son los clientes y con su oferta intenta cubrir los gustos de los paladares más conservadores y simultaneamente ofrecer una elaboración con toques soprendentes.

Pluma y tintero
Lo que en apariencia es un pintxo clásico esconde tras de si una elaboración con toques de vanguardia. Pluma de ibérico con setas, guisada con vino rosado de Navarra y servida con unos fideos crujientes al perejil. Todo ello sobre una base de tierno pan negro, que se empapa con los fluidos condensados del guiso. Un acierto para todos lo que gustan de sabores tradicionales.

Barca frutal de bacalao

Sin duda sorprendente y sabrosa esta fusión entre pescado y fruta. Partiendo de un ajoarriero, donde el bacalao viaja a la boca y comparte protagonismo con una macedonia de mango, kiwi y manzana. La clásica y genuina salsa de la receta de partida, enlaza y redondea esta nueva pareja de hecho de dulce y salado, que aun pareciendo un tanto osada, gusta a los amantes de la innovación gastronómica.

miércoles, abril 09, 2008

Semana del Pintxo: ¡Probando, probando! ¡Uno, dos!

Nueve días, ciento dos bares, doscientos cuatro pintxos… y sólo una boca para poder disfrutar de tanto número. Complicado encontrar tiempo, presupuesto y sobre todo acertar con la selección previa. Pero a estas alturas el boca-oreja ya ha comenzando a funcionar y algunos de los pintxos comienzan a destacar con identidad propia.

En mi caso he podido degustar, de momento, los pintxos de siete establecimientos, y para mi elección he intentado seleccionar algunos veteranos ganadores, otros que destacan por innovación, nuevos participantes y algunos que están fuera de las zonas más céntricas y que merecían el desplazamiento. Aquí van los dos primeros.

Bar Gaucho

Marí Ansa y Alicia Serrano, dos cocineros dedicados con pasión al pintxo, han presentado este año dos elaboraciones basadas, como viene siendo habitual, en productos de categoría. Su local ha servido durante el primer domingo de concurso, más de 1300 degustaciones, lo que ya es un aval de la acogida que han tenido sus elaboraciones entre el público. Con la sensibilidad que les caracteriza, además de sublimar los ingredientes, sus platos están pensados para que sean son aptos para celiacos.

Si tú eres del mar, yo de la tierra

Una receta de mar y montaña, que comienza con una estrella de crujientes alubias verdes, salpicadas de sal maldon y un aromático aceite. Se suma, presentado a modo de pintxo, una vieira sabrosa y jugosa, cocinada a la plancha, que representa la cumbre de una serie de capas de una suculenta y melosa carrillera de cerdo ibérico, confitada en grasa de pato y regado todo ello por una salsa de foie. Una fusión equilibrada de sabores nobles para paladares exigentes

Txupito de txangurro con crema de calabacín y notas frescas de manzana.


El cremoso txangurro de Orio de inconfundible sabor a aristocracia marina, está combinado con una crema de calabacín de intenso verde que seduce a la vista y suaviza la boca con unos finos toques de queso cremoso. Los bastones de manzana Grand Smith que dan volumen, aportan un toque de frescura de este pintxo ligero de cuchara. Sabor marino tradicional, cercano e intenso.

Café-Bar Niza

Sin duda una de las sorpresas de esta Semana del Pintxo. En tan sólo dos años han conseguido consolidarse como una de las mejores ofertas. No en vano su cocinero Iñaki Rodaballo, además de sobrado talento, cuenta con mucho oficio a sus espaldas en todo este tema de la cocina en miniatura. Su apuesta es innovadora y vanguardista, aunque esté basada en productos castizos como la alcachofa y el cocido. Su puesta en escena es tan espectacular, que no va a dejar a nadie indiferente.

Alcachofa gold.

Nombre breve, pero suficientemente descriptivo de la flor dorada que se esconde detrás. Una alcachofa con sus pétalos de oro abiertos ofreciendo en su interior un delicado y jugoso foie a la plancha con pirámides de maldon, al que le mima una crema de almendra cruda. Todo un acierto cambiar la convencional forma de cocinar la alcachofa, que frita consigue un brillante resultado.

Porky, Porky…
Todo lo que comienza por un buen cocido, no está destinado más que a tener un glorioso final. La costilla y la panceta de nuestro amigo cerdo, se han cuadriculado en formación de terrina. Uno luce por bonete una crema de los mismos garbanzos que le han acompañado en el guiso, que presumidos ellos se han empolvado con ras el hanout y adornado con pétalos de rosa marroquí. El otro cubo, envidioso, se presenta con un tocado de chip de patata del cocido, al que un amigo japonés llamado Takezume, ha bordado un Porky, Porky infinito. Una reducción del caldo del cocido intenta la tregua entre los dos bocados. Una vez conseguida la paz, gominola de césped y menta con tomillo limón para celebrarlo.

martes, abril 08, 2008

Udon de calamar (うどん; 饂飩 o 餛飩)


Fascinada me quedé cuando le vi hacer esta receta a Paco Roncero en el II Congreso Internacional de Gastronomía de Pamplona. La simplicidad de la técnica es inversamente proporcional al sorprendente resultado que produce. En definitiva de lo que se trata es de hacer una pasta triturando calamares, introducirlo en una jeringa e irlo dosificando en el caldo típico de los fideos udon. Aunque hay que tener cierta destreza con la jeringuilla, no es complicado, e incluso es divertido y rápido. Os cuento y me decís que os parece.

Ingredientes [por comensal]
200 gr. de calamar gigante (pota)
Aceite de oliva virgen extra
Una jeringa de 60 ml. (u otra que tenga una boquilla de tamaño similar)

Caldo de udon
250 ml. de agua
15 ml de salsa de soja
½ cucharadita de dashinomoto
1 puntita de ajinomoto (glutamato monosódico)

Elaboración

Primero vamos preparando el caldo, mezclando el agua con la salsa de soja, a la que se añade el dashi y al ajinomoto. Removemos bien y ponemos a calentar a fuego suave, sin que supere los 80-90ºC.

El
dashi son virutas o polvo de bonito deshidratado, en este caso he usado la versión instantánea llamada dashinomoto. De alguna manera es el equivalente japonés a las pastillas de pescado, así que si no lo tenéis a mano lo podéis sustituir tranquilamente. El ajinomoto es el nombre de una empresa muy popular que comercializa el glutamato monosódico. Su función es realzar los sabores estimulando los receptores de la lengua produciendo un gusto especial conocido como umami (うま味), pero es prescindible si no lo puedes encontrar o te da reparo usarlo.

Mientras se calienta el caldo, lavamos y limpiamos los calamares en caso de que sea necesario, y los introducimos en el accesorio triturador de la batidora u otro tipo de procesador. Hemos de triturarlo durante un buen rato, ya que si quedan grumos, obstruirán después la apertura de la jeringa. Antes de acabar le añadiremos un chorro de aceite de oliva virgen extra.

Una vez tenemos bien batido el calamar, lo introducimos en una manga pastelera o una bolsa de congelar a la que cortaremos una esquina e iremos rellenando la jeringa. Con el caldo caliente, pero sin que llegue a hervir, vamos inyectando la masa de calamar presionando suavemente el émbolo.

Conforme va cayendo va formándose un fideo que se cocina con el calor del caldo y que no se pega a los otros fideos. Conforme se cuecen van cogiendo volumen y aproximadamente 5-7 min. después están completamente cocinados.

Si queréis dejar alucinados a vuestros invitados, podéis hacerlo dosificando directamente en un cuenco en la mesa, para que vean el proceso. Así tampoco se romperán los fideos de calamar cuando los vamos a servir en los tazones.

Por no liarme la manta a la cabeza, sólo le puse un poquito de puerro para acompañar. Pero podríais ponerle cualquier otro ingrediente típico de los udon de pescado, como gambas, anguila ahumada, u otras verduras como cebolla, champiñones…

Estaba muy rico, pero sorprendentemente ¡no sabía a calamar!

domingo, abril 06, 2008

Te quiero ¿sabes?



Esta tostada apareció mientras merendábamos una tarde, antes de que te fueras tan lejos a ese largo viaje.

El ¿sabes? está dicho de esa forma que tanta gracia te hace.

Te echo de menos, vuelve pronto.

viernes, abril 04, 2008

El ser o estar de la merluza al vacío

Ya comienza el buen tiempo y se pueden ver los primeros bikinis en los escaparates ¡Horror! ¿Qué es esa lorza que ocupa el lugar de mis tableteados abdominales? Pues nada toca dieta espartana: fuera azúcares, grasas y a moderar el consumo de hidratos de carbono.

Días atrás Iñigo de “
umami madrid's weblog” se sentía mal, tenía problemas de estomago y se preparó este estupendo Bacalao fresco en papillot con aceite intenso de zanahoria (y la ciencia que hay detrás). ¿No me digáis que no hay que ser chulo para estar pocho y ponerse a rendir homenaje a Harold McGee? Un fenómeno este Iñigo. El método de elaboración me encantó y decidí usarlo para las dietas de régimen.

El caso es que debía de tener yo el día tonto, porque entendí lo que me dio la realísima gana y con esas me puse a preparar el plato. Donde Iñigo decía claramente al vapor, pues yo entendí al baño maría… Pedradas que le dan a una. Total que de un error ha surgido una adaptación casera de la cocina al vacío.

La técnica que he utilizado consiste en introducir los alimentos (pescado y verduras en esta caso) en una bolsa con cierre zip. Cerrarla sacando el máximo de aire posible e introducirla en un recipiente con agua a 85ºC (una vulgar imitación de una ronner). Es curioso por que la bolsa flota y cuando la obligas a irse al fondo, el agua con su presión, crea un sorprendente efecto vacío.

El pescado se hace con sus jugos y los de las verduras, con un sabor increible y una textura soberbia, el pescado jugoso y las verduras al dente y sin nada de grasa, aunque tampoco es pecado ponerle un chorrito de aceite de oliva virgen extra cuando lo servimos en el plato. Bueno, a ver que os parece.
Ingredientes

200gr. de lomo de merluza fresca
½ calabacín
1 puerro
1 zanahoria pequeña
Pimienta negra
Albahaca
Salsa de soja
Aceite
Una bolsa de plástico con cierre zip

Elaboración

Picar el calabacín, el puerro y la zanahoria, estos dos últimos en trozos más pequeños y reservar. Preparar el pescado sazonándolo con pimienta negra y albahaca, o las especias que más os apetezcan.

En la bolsa de plástico introducimos las verduras, removiéndolas un poco para que se mezclen y después el pescado con ayuda de una espátula. Cerramos la bolsa, intentando sacar todo el aire posible.

Mientras habremos puesto a calentar una cazuela con agua. Sin que llegué hervir (85ºC) introducimos la bolsa con las verduras y el pescado, a la que tendremos que poner algo de peso encima, para que la bolsa no flote (yo le puse la mano del mortero de granito, con cuidado de no aplastar el pescado).
Lo tenemos en el agua a temperatura constante durante 15 min (menos si el trozo de pescado es fino o pequeño). Transcurrido ese tiempo, sacamos los ingredientes de la bolsa y los disponemos en un plato. Le añadimos un chorrito de aceite y otro de salsa de soja. Listo para disfrutar.

¡Feliz dieta!